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El FMI pide a España recortes sociales, reducir el número de funcionarios y liberalizar sectores

La economía española ha conseguido un alto crecimiento, una baja inflación y un aumento del empleo, pero mantiene una elevada tasa de paro y un nivel de renta inferior a la media de la UE. El Fondo Monetario Internacional (FMI) lo señala así en su informe anual sobre España, para justificar la necesidad de recortes sociales —pensiones, coste del despido, sanidad, desempleo—, exigir disciplina en el gasto público —propone reducir el número de funcionarios (unos 2,2 millones)— y liberalizar sectores. Prevé un crecimiento será este año inferior al previsto (entre el 3,25% y el 3,5%), y la inflación, más alta (en torno al 2%).

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En su informe anual sobre la economía española, cuyas conclusiones se publicaron ayer, el FMI hace un balance positivo de su evolución en los últimos años. "Es difícil infravalorar la importancia que para España ha tenido ser un miembro fundador del euro y las autoridades merecen un amplio crédito por este éxito", señala el FMI. Ahora lo importante, añade, es consolidar estos avances, ya que, si bien se ha logrado un alto crecimiento económico, una baja inflación y un aumento del empleo, existe aún una brecha en los indicadores de bienestar con respecto a los demás países de la UE. La tasa de paro española, subraya el FMI, es superior a la de sus socios y el nivel de renta no alcanza a la media de la UE.

El diagnóstico coincide con el del Ministerio de Economía español, aunque no se sabe hasta qué punto las recetas son compartidas. Ayer, el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, subrayó el apoyo del FMI a la política desarrollada hasta ahora, sin definirse sobre si el Gobierno español está dispuesto a aplicar los recortes sociales que el FMI apunta.

En lo que no hay una coincidencia exacta es en las perspectivas económicas para este año. El FMI considera que la demanda interna seguirá fuerte, pero no así las exportaciones, debido a la crisis en los países emergentes y el menor crecimiento en los principales socios europeos. El FMI prevé, por ello, que España crecerá este año entre el 3,25% y el 3,5%, frente al 3,8% alcanzado en 1998.

El límite máximo es, pues, el 3,5% que Economía estima tras la reciente revisión a la baja desde el 3,8% inicial. Es también inferior a la previsión del FMI efectuada en octubre del pasado año, que situaba el crecimiento económico español en el 3,6% Montoro subrayó que, en cualquier caso, la economía volverá a remontar en el 2000 y aseguró que en ello hay una coincidencia general.

Evitar la complacencia

Respecto de la inflación, el informe del FMI es también algo más pesimista que el Gobierno español. Frente a un objetivo oficial del 1,8% para 1999 (el 1,4% en 1998), el FMI sitúa su previsión "en torno al 2%". Aquí la posición española mejora con respecto a la previsión efectuada por el FMI en octubre pasado (2,4%).

Pese a ello, el FMI da un toque de atención al Gobierno para que evite "la complacencia", ya que existe un diferencial con los países del área euro, que debería reducirse. "El mantenimiento de la competitividad debería constituir la máxima prioridad", señala el informe. Montoro negó, al respecto, que a este Gobierno "se le pueda acusar de pasividad".

El empleo seguirá fuerte, según las conclusiones del informe, pero esto será insuficiente para lograr reducir la tasa de paro desde el 18% actual "hasta niveles de un sólo dígito". Con este argumento, el FMI lanza su primera propuesta para rebajar el paro, que consiste en reducir las cotizaciones a la Seguridad Social cuando exista margen presupuestario para ello.

El FMI considera que España tiene una alta proporción de empleo temporal y considera que deben reducirse más las cotizaciones para los nuevos contratos fijos.

Además, seria necesario abaratar el coste del despido, descentralizar la negociación salarial y acortar la duración de la prestación por desempleo, a juicio del FMI, entre cuyas recetas no cabe, por ejemplo la reducción de jornada.

Tras conocerse la propuesta de abaratar el coste del despido, los sindicatos UGT y CC OO lo rechazaron ayer de forma contundente por considerar que esta no es la causa del alto índice de empleo temporal en España.

La rebaja de cotizaciones sociales debería combinarse, a juicio del FMI, con otras medidas que permitan afrontar el problema del envejecimiento de la población y garantizar las pensiones. Aquí el FMI anima al desarrollo del Pacto de Toledo y apunta el fomento de los sistemas privados, reducir la relación entre pensiones y salarios (por ejemplo, prolongar la edad de jubilación) y rebajar los futuros incrementos de la prestación como líneas de actuación.

Recorte del gasto

Los deberes pendientes son, a juicio del FMI, también acuciantes en materia presupuestaria. Señala que se debería ir más allá en el objetivo de déficit para 1999 (1,6% del PIB) si los ingresos superan lo previsto. Una ejecución presupuestaria "ambiciosa" para 1999, añade, "es deseable a la vista del diferencial de inflación y de las condiciones monetarias, relativamente laxas, existentes en España".

Para el año 2000 considera también que "las autoridades deberían ser más ambiciosas", insiste el FMI, " si el crecimiento es muy fuerte y las presiones inflacionistas empiezan a aparecer, especialmente si la política monetaria en el área euro empieza a relajarse durante este año [1999]".

Tal como prevé el Plan de Estabilidad enviado por el Gobierno español a Bruselas, el FMI subraya que para conseguir el equilibrio presupuestario en el 2000 será necesario un recorte de los gastos corrientes en tomo al 2% del PIB entre los años 1998 y 2002.

Esto sólo se conseguirá, añade, con "decididas reformas" que consisten en reducir el número de funcionarios públicos (más de 2,2 millones de personas son asalariados del sector público), evitar duplicidades entre las tres administraciones (central, autonómica y local) y con un recorte de las transferencias "mediante una mayor disciplina en el gasto social".

La sanidad es otro de los puntos de mira del FMI por considerar que habrá "crecientes tensiones" presupuestarias en este capítulo en los próximos años. Su propuesta es "un mayor uso de tasas", así como reformas que permitan mayor autonomía e incentivos a la productividad en los hospitales públicos y centros de salud.

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