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OFENSIVA ALIADA CONTRA SERBIA

La OTAN bombardea el Ministerio del Interior de Serbia

La Alianza destruye dos puentes en Novi Sad y causa siete heridos graves, según Belgrado

Una tremenda explosión, seguida de otras menores, sacudió el centro de Belgrado el sábado a las 0.45. Temblaron los cristales de las ventanas de los edificios al otro lado del río Sava, a un kilómetro de distancia. Poco después, una enorme llamarada surgía hacia el cielo de la zona donde se encuentran los edificios gubernamentales, buena parte de las embajadas y el hospital clínico universitario. No se ha facilitado información sobre posibles víctimas. Un nuevo ataque de la OTAN en la tarde de ayer destruyó dos puentes en la ciudad de Novi Sad, al norte de Belgrado, y causó siete heridos.

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Todo parece indicar que el bombardeo a esos edificios, que ya había sido anunciado en los periódicos norteamericanos de más prestigio, sólo afectó a recintos vacíos de personal. Los misiles de la OTAN dieron en el blanco del Ministerio del Interior de Serbia, que ardía por los cuatro costados y quedó casi destruido, y del Ministerio federal del Interior de Yugoslavia, que sólo sufrió desperfectos. Las explosiones hicieron que el personal de la maternidad del hospital universitario desalojase, en la madrugada y a toda prisa, la clínica, bebés y parturientas hacia los sótanos del edificio.Tras las explosiones, un grupo de manifestantes salió bajo la lluvia y en la oscuridad a la calle. Cogidos de la mano, los manifestantes formaron una cadena humana en el puente de Brankov, sobre el río Sava, con pegatinas en el pecho con una diana pintada y la palabra target (objetivo) en un gesto de desafío a los bombardeos.

El presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, se reunió de nuevo con la cúpula del régimen y emitió una primera valoración de la situación tras el bombardeo de Belgrado. Un comunicado leído por la presentadora en el telediario de la televisión oficial serbia (RTS) repetía las palabras de Milosevic: "El bombardeo criminal del centro de Belgrado indica que el objetivo del agresor es intimidar a la gente y causar el mayor daño material posible. Ellos no pueden destruir con sus bombas el espíritu libre de nuestro pueblo ni de Belgrado, la ciudad héroe".

Poco después de la caída de los misiles deambulaba por la zona el ministro del Interior de Serbia, Vlajko Stojilkovic, quien daba rienda suelta a su indignación y comparaba los bombardeos de la OTAN con los de los nazis en 1941: "En abril de 1941, los nazis de Hitler bombardearon Belgrado. Ahora, en abril de 1999, los neonazis de Clinton y la OTAN vuelven a bombardearlo. Se dañaron a ellos mismos y a todo el mundo civilizado". Añadió el ministro que el edificio en llamas era una belleza arquitectónica. "Puedo decir que esto es obra de unos monstruos, nada más que criminales", añadió.

En la clínica universitaria, situada a 100 metros detrás del edificio en llamas del Ministerio del Interior de Serbia, reinó una gran confusión en los primeros momentos. Enfermeras y parturientas bajaban hacia los refugios cargadas con bebés recién nacidos.

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El jefe de la clínica, Spasoje Petkovic, declaraba ante las cámaras de RTS: "Somos testigos de un acto de vandalismo. No podíamos creer que pudiese pasar algo así, porque ellos son conscientes de que aquí se encuentra la maternidad más grande de los Balcanes". La médica Miroslava Pervulovic explicaba: "Aquí tenemos 70 bebés y 70 madres recién paridas y otras mujeres a las que hoy hemos operado de urgencia. Prácticamente, todos los pacientes y el personal están evacuados". Daniela Matijasevic, recién parida y tendida en el suelo del refugio, explicaba: "En un primer momento, no lo podíamos creer. Nos evacuaron a tiempo, gracias al personal maravilloso y las enfermeras. Todo está en orden". Al mediodía de ayer, una enfermera de pediatría, Zorica, comentaba que el 25 de marzo cumplió 29 años. "Sólo deseo que la hija de Clinton celebre el suyo como yo, bajo las bombas".

Después explicaba la enfermera que la clínica funciona con normalidad. "No hay pánico, ni nada. En ginecología se rompieron cristales con la explosión. Todo esto me parece una locura", señaló. La enfermera gana un sueldo mensual de 12.000 pesetas. A la pregunta de cómo puede vivir con eso responde: "Sobrevivimos". En el aire, al mediodía de ayer, todavía se extendía el olor a quemado. El edificio del Ministerio del Interior, de cuatro pisos, quedó hundido y apretado en una forma que recuerda a los daños causados por un terremoto.

Tras las primeras bombas contra el centro de Belgrado, un grupo de personas, jóvenes en su mayoría, se lanzó en la madrugada hacia el puente de Brankov, sobre el río Sava. Llevaban sobre sus pechos la emblemática pegatina con los círculos de una diana, que se ha convertido en el símbolo de la Belgrado bombardeada: desde camareros en el hotel hasta taxis o locutores en la televisión. Los manifestantes querían mostrar que son escudos humanos para salvar el puente. Hace tres días, las bombas de la OTAN destrozaron el puente viejo de Novi Sad, en la Voivodina, a unos 100 kilómetros al norte de Belgrado, y se desencadenó la ira popular.

En la madrugada de ayer, entre los manifestantes del puente sobre el río Sava se encontraba su constructor, Danilo Dragojevic, quien declaraba: "Yo he dado mi corazón al construir este puente. Lo que se construye así, sólo se puede defender a toda costa con todo el corazón. Los puentes son las únicas construcciones con alma, porque no sólo mueven las orillas, sino también a la gente que vive junto a ellas. Esto es lo más sagrado que puede dar una construcción".

Mientras tanto, a unos 70 kilómetros al norte de Belgrado, la OTAN destruía, en un nuevo ataque lanzado ayer por la tarde, dos importantes puentes sobre el Danubio en la ciudad de Novi Sad. El ataque se produjo mientras pasaban coches de particulares, según la televisión serbia, que informó que siete personas habían resultado heridas de gravedad.

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