Expectativas en Brasil y alianza pendiente con MCI WorldCom
"Telefónica está significativamente infravalorada respecto a otras operadoras europeas por la desconfianza de los inversores hacia sus implicaciones en América Latina", explica un analista de Merrill Lynch. "Es una desconfianza exagerada", añade, "porque Telefónica tiene un buen colchón en América Latina", gracias al adelanto de la amortización de sus deudas en Brasil -ha supuesto un ahorro de 212.000 millones de pesetas, según Villalonga- y a las extraordinarias provisiones que ha tenido que realizar para contrarrestar el efecto negativo de la morosidad de su clientela en la zona.No obstante, Telefónica ha recibido un varapalo en Brasil. Las participaciones adquiridas en el primer mercado de América Latina en julio de 1998 -Telesp, TeleSudeste Celular, TeleLeste Celular y Telesp Celular- se han depreciado fuertemente tras la devaluación de la divisa brasileña, el real.
El objetivo de la compañía española, que dedicó a aquellas adquisiciones 868.000 millones de pesetas, continúa siendo dar entrada a socios locales en las empresas adquiridas para reducir riesgos. Pero sus potenciales aliados locales, afectados por la crisis del país, se muestran ahora reticentes. Consciente de ello, Telefónica ha comunicado a la Comisión del Mercado de Valores su disposición a aumentar su participación en Brasil.
Estrategias dispares
Telefónica decidió compartir intereses con MCIWorldCom en Brasil, pero hasta ahora esa colaboración es nula allí y en otros mercados en los que iban a cooperar. La alianza suscrita en marzo de 1998 contemplaba actuaciones conjuntas en Europa, EEUU, México y Puerto Rico.Telefónica, que rompió con los europeos de Unisource y después con BT para unirse a los estadounidenses, ha entrado sola en Austria mientras MCI WorldCom lanza una ofensiva comercial en España, cierra un acuerdo con EDS, anuncia nuevas inversiones en Europa y anticipa un gran proyecto de expansión en Asia sin esperar a la empresa española, que consideró prioritaria aquella zona.
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