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Las deficientes prestaciones públicas incrementan las peticiones a Cáritas

Las prestaciones de la Administración a la familia y a la vivienda son en España de las más bajas de Europa y en muchos casos no llegan a las personas que más las necesitan, que se ven obligadas a recurrir a entidades como Cáritas, el brazo asistencial de Iglesia. El Servicio de Ayuda Económica de la entidad incrementó espectacularmente en 1998 las partidas destinadas a suplir a las administraciones para cubrir necesidades tan básicas como el comedor escolar, el alquiler de la vivienda o la compra de aparatos ortopédicos o de leche preparada infantil, según revela el informe anual de Cáritas.

Durante el año pasado, Cáritas Diocesana de Barcelona atendió a 11.978 personas. El 70% de las peticiones de ayuda fue motivado por necesidades económicas y en el 11% de los casos había un problema de carencia total de recursos. De los 181 millones de pesetas que la entidad asistencial distribuyó durante el año, más de 18 millones se utilizaron para costear total o parcialmente becas de comedor para escolares, hijos o hijas de familias en situación económica extremadamente precaria. Las cifras de Cáritas revelan que las ayudas del Departamento de Enseñanza para los niños que tienen que quedarse a comer en la escuela no llegan a todas las familias que lo necesitan, lo cual, en opinión de la entidad, representa un "vacío importante porque los afectados son niños". El informe anual de Cáritas también revela las carencias de la Seguridad Social. Casi 400 personas pidieron ayudas para acceder a la medicina odontológica o para adquirir aparatos ortopédicos (la Administración los paga con un año de retraso). Del informe se desprende que las administraciones también dejan desprotegidas a las madres sin recursos con menores a su cargo, un colectivo que aumenta año tras año y del que procedía el 14,4% de las peticiones formuladas el año pasado. Muchas de estas madres tuvieron que recurrir a Cáritas para poder adquirir, por ejemplo, pañales para su bebé o leche preparada infantil. Al igual que en los informes de años anteriores, las ayudas relacionadas con vivienda siguen encabezando la lista de peticiones recibidas por Cáritas. La entidad invirtió 28 millones de pesetas para ayudar a pagar alquileres o evitar desahucios. "Las ayudas de las administraciones para la vivienda son limitadísimas. El gran problema de las familias no es sólo acceder a una vivienda, sino poder conservarla", señalan fuentes de Cáritas. La tendencia al rejuvenecimiento de la pobreza detectada en años anteriores se consolida. El 70% de las personas atendidas por Cáritas en 1998 tienen menos de 45 años y el 26% son menores de 14 años.

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