Manuel Fraga equipara las exigencias nacionalistas con "un golpe de Estado"

El presidente de Galicia, Manuel Fraga, equiparó ayer con un "golpe de Estado" la exigencia de que el poder central acate los acuerdos de los partidos vascos. "Hablan de un espacio vasco de decisión cuando no hay tal cosa", apuntó; "no hay más regla de convivencia que la Constitución". El fundador del PP recordó que estas reivindicaciones coinciden con un incremento del vandalismo y de los actos de intimidación.Por vez primera en dos años y medio, Fraga aceptó comparecer en el Parlamento gallego y exponer su modelo de Estado. "No a la reforma constitucional. Con lo que tenemos, nos va bien", dijo. En su criterio, el Estado plurinacional es una "aberración": "La Constitución la hicieron los españoles cuando se sentían tales. Los que no se sientan, allá ellos". Frente a los intentos de imponer otro modelo, apeló al consenso de los no nacionalistas para "impedir aventurerismos".

El líder del BNG, Xosé Manuel Beiras, defendió la necesidad de "repensar la Constitución". "Queremos que Galicia tenga un aparato de Estado, pero eso no implica un Estado independiente no integrable en otra unidad más amplia", explicó Beiras, para quien la Constitución no se está cumpliendo en las competencias cedidas en grado de exclusividad y que "nunca son exclusivas": "Se nos acusa de fundamentalistas, pero la Constitución define a España como patria indisoluble. Si eso no es fundamentalismo, que venga Dios y lo vea".

El líder del PSdeG-PSOE, Emilio Pérez Touriño, responsabilizó al Gobierno del PP del incremento de las demandas nacionalistas y dijo que la Constitución establece un "Estado plurinacional".