El científico que logró el primer 'bebé probeta' defiende en Valencia la clonación de embriones humanos
El doctor británico Robert Edwards, el científico que logró en 1978 el primer bebé probeta, manifestó ayer que la clonación de embriones humanos puede tener aplicaciones reales para generar tejidos útiles en trasplantes para aliviar o curar muchas dolencias. Edwards participa en Valencia en un Simposio Internacional sobre Implantación Humana, en el que intervienen más de 200 expertos de todo el mundo.La clonación tiene "ciertas posibilidades reales y aplicaciones claras utilizando células madre o indiferenciadas, a partir de las cuales se puedan generar tejidos para trasplantes", afirmó el pionero de la fecundación in vitro. Edwards es el padre del primer bebé probeta, una niña nacida en 1978 en Inglaterra, llamada Louise Brown, que ahora tiene 20 años y que fue concebida con el esperma de John Brown para fertilizar un óvulo extraído a su esposa, Lesley.
La aplicación de las técnicas reproductivas ha sido objeto de debates éticos en la Unión Europea, hasta el punto de que, según Edwards, "recientemente se propuso vetar o eliminar todos los fondos de investigación para aquellos expertos que trabajaran con embriones humanos". A su juicio, esta medida es "terrible", puesto que "trabajar con embriones humanos, dentro de las norma éticas y legales de cada país, permite mejorar las posibilidades de que mujeres que quieran tener niños puedan quedar embarazadas". Añadió que el problema más importante es la "libertad de poder hacer una investigación éticamente aceptable".
El pasado viernes, 67 premios Nobel publicaron una carta en la revista Science en la que reclamaban al Gobierno federal de Estados Unidos fondos públicos para que los principales centros de investigación del país, y no sólo los laboratorios privados, pudieran investigar con embriones humanos. Los premios Nobel respondían así a la iniciativa de 70 congresistas republicanos, que habían pedido el veto a esas investigaciones por considerarlas contrarias a la dignidad humana.
Por otro lado, Edwards explicó que durante los últimos 20 años, periodo en el que se ha abierto el campo de la medicina reproductiva, se han sentado las bases para facilitar que parejas que realmente no podían tener niños puedan tener acceso a ello. En este sentido, Edwards calificó la situación actual de las técnicas reproductivas de "buena", ya que, en este momento, "hay aproximadamente 250.000 niños nacidos en todo el mundo gracias las nuevas técnicas".
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