Las 2.646 toneladas de residuos recogidas en la "cremà" triplican las cifras de un día normal Casi se duplica el importe del daño sufrido por las zonas ajardinadas con respecto a 1998
Los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Valencia recogieron durante la noche de la cremà el triple de kilos de desperdicios que cualquier otro día del año. En total, retiraron de la vía pública 2.646 toneladas de desechos, frente a las 800 de una jornada normal, según detalló ayer el concejal de Medio Ambiente Silvestre Senent. La cantidad de basura recogida se ha incrementado ligeramente. Pero el mayor aumento se ha registrado en el deterioro de zonas ajardinadas: el importe de los daños causados (12 millones de pesetas) casi se ha duplicado con respecto a 1998.
El número de toneladas de desperdicios retirados tras la cremà continua en aumento año tras año. Si en 1997 se recogieron 2.479 toneladas, en 1998 la cifra se incrementó hasta las 2.593 y este año ha alcanzado las 2.646. La montaña de cenizas en la que quedaron reducidos los 700 monumentos falleros de la ciudad y los adornos callejeros recogidos por los servicios de limpieza pesaron 1.593 toneladas. Las 1.053 toneladas restantes corresponden a las bolsas de basura de los ciudadanos. Mientras la cantidad de kilos de las cenizas y adornos de las calles ha aumentado ligeramente (de 1.512 a 1.593 toneladas), el volumen de residuos domiciliarios ha sufrido un pequeño descenso (1.053 toneladas frente a las 1.081 que se recogieron el año pasado). Senent detalló que hasta el miércoles no tuvieron excesivos problemas para limpiar las vías públicas por la escasa afluencia de visitantes. Aunque reconoció que la misma lluvia que ahuyentó a los turistas convirtió en barrizales algunas calles al extenderse la arena que habían amontonado los falleros para colocarla bajo los ninots. Avalancha de turistas Pero a partir del jueves, cuando llegó la gran avalancha de turistas y el centro de la ciudad quedó colapsado, los servicios de limpieza tuvieron mayores dificultades para hacerse cargo del enorme volumen de residuos, según el concejal. Una complicación que se prolongó durante toda la noche de la cremà. "Como había un fin de semana por delante, la gente no tenía prisa en irse a dormir y muchos prologaron la fiesta toda la noche, lo que retrasó la limpieza de las calles", dice Senent. "A las dos y media de la mañana todavía había gente mirando los rescoldos de la falla del Ayuntamiento". Además, algunas fallas no ardieron hasta pasadas las tres de la mañana, como las de las calles de La Pobla de Farnals y la de la fallera mayor, Avenida Cataluña-Menéndez Pelayo. Hasta las ocho y media de la mañana no acabó la recogida de cenizas. Las zonas ajardinadas de la ciudad se han visto seriamente afectadas por las fiestas: el importe de los daños casi se ha duplicado (12 millones de pesetas frente a los siete del año anterior), según la edil de Parques y Jardines, María Jesús Puchalt. La cifra puede aumentar, en opinión de la concejal, porque aún no han sido valorados los daños sufridos durante la noche de la cremà por la explosión de petardos junto a los sistemas de riego de los jardines. Al contrario que en años anteriores, los mayores daños, tasados en 6,5 millones, se han producido en la zona norte de la ciudad, frente a los 4,3 millones de la parte situada al sur del Jardín del Turia. Puchalt lo atribuye a que la movida nocturna se ha concentrado entre las avenidas de Blasco Ibáñez y Aragón por su proximidad al lugar donde se disparan los castillos de fuegos artificiales. Con todo, reconoce que en el último año su delegación había plantado más vegetación en la zona norte que en la sur. Los peores daños se han registrado en las medianas ajardinadas de algunas avenidas, como Peset Aleixandre, porque "muchos conductores han aparcado sus vehículos encima de las flores y las han destrozado". El deterioro más habitual ha consistido en la rotura de setos y arbustos, así como en las flores y el césped pisoteados. Entre las zonas dañadas destaza la Alamedita de Serranos, las calles de Yecla, Doctor Waksman y Pegagoga Raquel Payà. De cualquier forma, Puchalt asegura que en una semana estarán reparados todos los daños. En cambio, el importe de los daños en contenedores y papeleras ha sufrido un incremento menor: de 9,5 a 12,1 millones. Los actos de vandalismo contra las papeleres han aumentado un 9,51%: 1.200 afectadas (700 quemadas y 500 dañadas) frente a las 1.078 del año anterior. La cifra de contenedores afectados también ha crecido: 114 ante los 87 de las últimas Fallas. Pero mientras disminuyen los contenedores quemados (de 79 a 71), se han multiplicado por cinco (de 8 a 43) los que han quedado rotos por los actos vandálicos.
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