Maragall proclama que quiere ser el candidato de todos los que desean el cambio en Cataluña El PSC ratifica a los candidatos designados en sus elecciones primarias
El azar ha querido que la proclamación oficial de Pasqual Maragall como candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, realizada ayer por la tarde por el consejo nacional del partido, coincidiera con el 19º aniversario de las elecciones autonómicas de 1980, en las que Jordi Pujol comenzó su hasta ahora ininterrumpida carrera de victorias. Maragall subrayó la coincidencia en el breve discurso de aceptación de la candidatura. "Esta etapa llega a su fin", aseguró, "y soy el candidato del PSC, pero quiero serlo también de todos los ciudadanos que quieren el cambio".
Maragall se mostró ayer convencido de que en Cataluña avanza cada día más el deseo de un cambio político. Interpretó como un claro índice de este avance que en las elecciones primarias organizadas por el PSC los días 5 y 6 de marzo para elegir a su candidato a la presidencia de la Generalitat participaran 60.000 personas. Es decir, algo más del doble de los afiliados al partido. Las gentes han ido a votar a estas primarias, según Maragall, porque al inicial deseo de cambio, que hace ya varios meses detectan los sondeos de opinión, se suma una cada vez mayor confianza en que va a producirse. Recordó que en los sondeos preelectorales del otoño pasado había un 66% de ciudadanos que declaraban querer un cambio político en Cataluña, pero sin embargo eran muchos menos los que lo creían posible. El reto es que ahora crezca la confianza en la que la victoria es factible y desaparezca "el miedo a proclamarla". La novedad reside , destacó Maragall, en que "ahora tenemos 60.000 activistas por el cambio". Esto le sitúa en una relación de 1 a 20 respecto al 1,2 millones de votos que el PSC necesita como mínimo para ganar las elecciones autonómicas. "Cada uno de estos 60.000 afiliados y simpatizantes tiene que ir a buscar a sus 20 electores. Así se ganan las elecciones en Europa", afirmó. Es un cálculo optimista, y el propio candidato animó a quienes acababan de designarle a esforzarse para superar la cota de estos 1,2 millones de votos fieles para asegurarse la victoria. Rebosante de optimismo, Maragall dijo que el éxito de participación en las primarias ha sido "el segundo mazazo" que han recibido sus adversarios políticos en los últimos meses. El primero fue conseguir, recordó, que Pujol renunciara en diciembre a adelantar las elecciones autonómicas a esta primavera. Los socialistas no esconden actualmente su convicción de que si Pujol hubiera adelantado las elecciones les habría pillado poco preparados. En cambio, ahora Maragall ve el camino mucho más despejado. "En las elecciones municipales del mes de junio les daremos otro mazazo. Y el otoño será nuestro", auguró. El azar ha querido también que la designación oficial de Maragall como candidato coincidiera con el cambio de las estaciones. Aprovechó la ocasicón para hacer una metáfora. "Hoy acaba el invierno. Comienza la primavera. Se acaba la autosatisfacción [cofoisme] fácil, la política basada en el regateo y la desconfianza; se acaba el intervencionismo y el control". Esta no fue la única crítica que Maragall lanzó contra Pujol y sus concepciones políticas. Criticó que Pujol haya propuesto levantar el techo del autogobierno, pero sin reforzar las paredes maestras. Esta manera de hacer las cosas es la que, a juicio de Maragall, se acaba. "Nuestro objetivo es elevar el techo de Cataluña", dijo, "pero sobre la base de reforzar las paredes, de mejorar el diseño del edificio constitucional y de hablar con los demás". El ex alcalde de Barcelona tuvo unas palabras de recuerdo para el poeta José Agustín Goytisolo, fallecido el viernes, y otros viejos miembros del partido "que trabajaron por la victoria que se acerca", pero no han alcanzado a verla. Citó a Carlos Barral, Pep Jai y Ramon Fernández Jurado y Ramon Casablancas. En la votación de ratificación se produjo una sola abstención. La de Julio Villacorta, el miembro del consejo nacional que antes del verano pasado había anunciado su intención de presentarse a las primarias pero desistió de hacerlo por falta de apoyos. Además de a Maragall, el consejo nacional del PSC ratificó a todos los candidatos a alcalde surgidos de las elecciones primarias celebradas en las ciudades de más de 20.000 habitantes y a los candidatos de las localidades de menos problación propuestos por las organizaciones locales.
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