Italia endurece su código penal para hacer frente a la inseguridad

La pequeña delincuencia ha dejado de existir como término judicial en Italia. Dos meses después del estallido de una ola de repulsa ciudadana por los doce asesinatos registrados en Milán en los primeros días de 1999, el Gobierno de centro-izquierda ha endurecido las penas por delitos hasta ahora menores.Se trata, como ha declarado la ministra de Interior, Rosa Russo Jervolino, "de garantizar al ciudadano una seguridad razonable en casa y en la calle", toda vez que los pequeños robos callejeros y domiciliarios causan una profunda sensación de inseguridad en los individuos. Si las medidas, que incluyen algunas modificaciones del Código Penal y del Código de Procedimiento procesal, reciben la aprobación del Parlamento, el delincuente que arrebate el bolso a una anciana o la mochila a un niño -la debilidad de la víctima es un agravante- se arriesgará a 10 años de cárcel, como si fuera un atraco, y no a tres años, como hasta ahora.

La normativa amplía a tres meses el plazo en el que la policía judicial puede investigar un presunto delito sin necesidad de notificárselo al fiscal. El camino burocrático para que Interior utilice al Ejército como una fuerza más de policía contra la mafia y para frenar la llegada masiva de inmigrantes indocumentados se ha allanado.

En el Código Penal entrará un nuevo delito: la violación del domicilio "para apropiarse de bienes ajenos", que se sancionará con seis años de cárcel. Además, será más difícil para el presunto delincuente obtener la libertad condicional a menos que haya garantías suficientes de que no cometerá un nuevo delito. En cuanto al ladrón de pisos pillado in fraganti, se prevé una aceleración del proceso, pero en todo caso el detenido esperará el juicio en la cárcel.

El porcentaje de delincuentes condenados por delitos denunciados a la policía no llega ni al 1%. La oposición de centro-derecha criticó ayer las medidas contra la delincuencia calificándolas de "fachada". Los partidos de la mayoría gubernamental aprobaron las medidas, que tendrán un difícil camino parlamentario.