Muere en Sevilla Juanita Reina, dama de arte y poderío

La copla perdió ayer a una de sus grandes damas. Juanita Reina falleció, alrededor de las 20.30, en la clínica Sagrado Corazón de Sevilla, apenas hora y media después de haber sido internada por problemas respiratorios. El cadáver de la tonadillera será trasladado hoy mismo al Ayuntamiento de la capital andaluza, donde los sevillanos podrán rendir el último tributo de admiración a una de las grandes figuras de la canción española del siglo XX

La alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, se acercó poco después de las diez de la noche a la Clínica Sagrado Corazón para reunirse con los familiares de la tonadillera. Antes de entrar al recinto sanitario, Becerril ya prometió que desde el Ayuntamiento se estudiará "el homenaje que Sevilla le puede hacer a esta mujer". En un principio, estaba previsto que el cadáver estuviera en la Basílica de La Macarena desde la mañana del domingo y al mediodía se celebraría el funeral. La alcaldesa alteró los planes de la familia y ofreció un salón del Ayuntamiento para que desde hoy mismo todos aquellos que lo deseen puedan rendir tributo a Juanita Reina.Poco antes de la llegada de Becerril, el hijo de la tonadillera, Federico Casado Reina, expresó el dolor de su familia y aseguró que aunque su madre "ya llevaba un tiempo malilla" les había sorprendido la rapidez con la que tuvo lugar su muerte.

Descubierta para el cine por Florián Rey, que le ofreció el papel estelar en Blanca Paloma en 1942, Juanita Reina trabajó durante la década de los 40 y 50 en numerosos largometrajes. Algunos de los títulos cantados por ella (y compuestos por maestros como Quiroga y Quintero, Solano o Naranjo) inspirarían películas, protagonizadas por la propia tonadillera, como Lola la Piconera (1951), de Luis Lucia, o La Lola se va a los puertos (1947), de Juan de Orduña.

La artista, una mujer de gran carácter, creó un pequeño revuelo en 1962 al criticar la imagen de Andalucía que se cultivaba y mostrar su disgusto con el cine que se filmaba en España. La cantante acudió en varias ocasiones a actuar ante Franco en los Jardines de la Granja y el Palacio de Oriente. Aunque regresó al cine en 1958 para protagonizar La novia de Juan Lucero, su carrera comenzó a ser más intermitente. Su última aparición sobre un escenario fue en Sevilla, durante la Exposición Universal de Sevilla en 1992, con el espectáculo Azabache, donde se codeaba con Rocío Jurado, Nati Mistral, Imperio Argentina y María Vidal.

Retiro en Los Remedios

Esta aparición, sin embargo, representó una excepción a su vida de retiro profesional en Sevilla, donde llevaba con su marido, el bailaor El Caracolillo, una academia de baile. La familia residía en el barrio de Los Remedios. Numerosos representantes del mundo de la copla fueron ayer a la clínica donde falleció Juanita Reina a rendirle el último homenaje. La cantante y actriz Sara Montiel calificó a la cantante de "gran artista y gran persona, a la que nadie podrá imitar". Sara Montiel aseguró que Juanita Reina era una "cantante sagrada en su género". "Era famosa por sus canciones y por su forma de decir la canción, muy a lo Juana Reina. Han intentado imitarla pero no lo han conseguido, ni mucho menos".