La juez registra la casa de Iñaki en busca de pruebas sobre el secuestro de Olot

La juez de Olot Pilar Castillo y agentes de la Guardia Civil registraron ayer durante casi tres horas, en el municipio de Les Masies de Voltregà (Barcelona), la vivienda de Sebastià Comas, Iñaki, en busca de más pruebas contra el secuestrador que liberó voluntariamente a la farmacéutica Maria Àngels Feliu. El propio acusado participó en esa diligencia esposado y con la cara descubierta.La Guardia Civil se incautó de diversos objetos, que fueron retirados en una bolsa y sobre cuyo contenido no ha trascendido nada. Entre ellos podría estar la pulsera que Feliu regaló a Comas, que fue quien más tiempo la vigiló durante los 492 días de su cautiverio.

A la salida del registro, los periodistas preguntaron a Iñaki si pedía perdón a la farmacéutica y él respondió con un escueto sí.

Su vivienda está situada en los bajos de un antiguo edificio de tres plantas y presentaba un aspecto destartalado, pues, por ejemplo, los cristales de las ventanas habían sido suplidos por plásticos. La compañía eléctrica había cortado el suministro pese a que los vecinos aseguraron que no existen recibos impagados. Esto obligó a los agentes a utilizar linternas para rastrear todos los rincones. Iñaki no tenía un empleo estable y sobrevivía con los ingresos esporádicos de camarero y repartidor de productos para restaurantes.

Careos y registros

Fuentes de la investigación explicaron ayer que, después de practicar las seis detenciones, la labor de la juez se centra ahora en encajar todas las piezas de este complejo rompecabezas. Para ello será necesario realizar varios careos entre los acusados para contrastar sus declaraciones contradictorias y realizar registros en busca de las piezas de convicción que avalen la implicación de los seis acusados.

Cuatro de ellos están en prisión. Se trata de Antonio Guirado, policía municipal de Olot; Ramón Ullastre, propietario de la vivienda de Sant Pere de Torelló donde se construyó el zulo; José Luis Paz García, vecino de Camprodón, y el propio Iñaki.

La esposa de Ullastre, Montserrat Teixidor, en libertad bajo fianza de 500.000 pesetas, está acusada de encubridora, al igual que el entrenador de la Unión Deportiva Vic, Juan Manuel Pérez Funes.

Este último, a quien Ullastre acusó de haber participado en la construcción del zulo y de haber planificado el secuestro con él, salió la noche del miércoles en libertad provisional sin fianza, aunque sigue imputado en la causa. Su abogado afirmó ayer que no ha cometido ningún delito, pero, como quiera que sea, la juez ha dictado para él medidas cautelares: obligación de presentarse en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes y prohibición de salir de España sin permiso judicial.

La acusación formal contra el técnico futbolístico sería la de encubrimiento del delito de detención ilegal de la farmacéutica, pues los investigadores consideran que Juanma podría haber tenido conocimiento, por su relación con Ullastre, de las intenciones del grupo.Ullastre aseguró también que Pérez Funes le exigió 30 millones a cambio de su silencio tras la liberación de Feliu.