Los serbios bloquean las negociaciones a pocas horas de su finalización

Los serbios no se han movido ni un milímetro y el tiempo se acaba en esta frustrada segunda fase de la conferencia de paz sobre Kosovo. Descorazonados, a la vista de la actitud de la delegación de Belgrado, los mediadores internacionales han volcado el reloj de arena en un gesto al parecer definitivo. "Es ya una cuestión de horas, más allá de ese plazo ya no volveremos a estar disponibles para los negociadores", indicó ayer el austríaco Wolfgang Petritsch, el mediador que representa Unión Europea. "Resulta verdaderamente difícil sentirse optimista", señaló el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, James Rubin, para ilustrar lo que técnicamente puede considerarse "el punto muerto" de la negociación. Mientras Moscú, aliado de Belgrado, multiplica inútilmente sus mensajes al presidente yugoslavo Slobodan Milosevic para que modifiquen su posición, la delegación serbia continúa inmutable, atrincherada tras su batería de enmiendas al proyecto de autonomía kosovar que ella misma aprobó verbalmente hace tres semanas en el encuentro precedente de Rambouillet. Si en las próximas horas no hay un giro radical por parte serbia, los promotores de la conferencia el Grupo de Contacto suspenderán las conversaciones y dejarán que la OTAN tome cartas en el asunto. Antes, en la última jornada, reclamarán a la delegación albanesa que firme el acuerdo que consagra una amplia autonomía a Kosovo y establece el despliegue militar multinacional en esa región.