El PP castiga a CiU por las críticas a Piqué y la deja sola en la "guerra de los geriátricos"

El Partido Popular (PP) pasó ayer factura a Convergència i Unió (CiU) por las críticas que los nacionalistas han dirigido en los últimos días al portavoz del Gobierno, Josep Piqué, y por tres veces dejó en minoría a la coalición de Jordi Pujol en el Parlament. Fuentes de la dirección del PP aseguraron que el partido no tolerará que CiU se cebe en su gran apuesta para tratar de arrastrar hacia sus posiciones al electorado de centro derecha en Cataluña y enseñó sus cartas en uno de los asuntos que más duele a sus aliados nacionalistas: obligó a la Generalitat a ceder en la guerra de los geriátricos.

El Departamento de Bienestar Social garantizará a las residencias y centros de día para la tercera edad municipales la misma financiación y apoyo técnico que otorga a sus geriátricos. A ello le obliga la proposición no de ley que se aprobó ayer en la comisión de Política Social del Parlament, votada favorablemente por todos los partidos excepto CiU. El texto aprobado supone la ampliación de las subvenciones a las residencias municipales si se tiene en cuenta que entre 1982 y 1997 la Generalitat destinó 11.000 millones de pesetas más a sufragar los geriátricos del Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales (ICASS) que a los municipales, cuando estos últimos sólo tienen 300 plazas menos que el ICASS. El consejero de Bienestar Social, Antoni Comas, también deberá presentar ante la Cámara, en un plazo de tres meses, un mapa de recursos y un plan de financiación territorial de servicios para ancianos para el quinquenio 1999-2003. Comas pasará antes por el Parlament para participar en el debate sobre bienestar social que se celebrará el 7 y 8 de abril. La posición del consejero se ha visto debilitada no sólo por el gesto del PP, sino porque su propia formación, CiU, se sumó a una parte de la proposición aprobada: la que le insta a establecer convenios de inversión para los geriátricos municipales. El presidente del grupo parlamentario del PP, Josep Curto, tomó personalmente la decisión de dejar sola a CiU en la llamada guerra de los geriátricos, que enfrenta a la Generalitat con la oposición por el déficit de residencias públicas. En la reunión del grupo parlamentario que los conservadores celebraron la víspera se hizo evidente el malestar provocado por las críticas que dirigentes de CiU han lanzado contra Piqué. Miembros del grupo parlamentario explicaron que Curto y Simó Pujol -vicepresidente segundo del Parlament- fueron los más beligerantes al mostrar su indignación, y recordaron el rosario de casos de presunta corrupción de CiU con los que han tenido que lidiar. Hasta la semana pasada, sólo la oposición criticaba la gestión de Piqué al frente del Ministerio de Industria y su situación fiscal antes de acceder al Gobierno. Pero el lunes, el secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Pere Esteve, afirmó que el ministro no es un buen ejemplo de empresario catalán y ayer mismo insistió en que CiU tiene "el derecho y la obligación" de polemizar con Piqué. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep López de Lerma, afirmó el martes que "Piqué ha hecho el ridículo en el Congreso dos veces", en referencia a su intento de pedir amparo al Congreso. Si el PP trata de convertir a Piqué en la cara del giro centrista en España, la apuesta es doble en Cataluña porque el portavoz del Gobierno simboliza también el giro catalanista y la conexión con la sociedad civil. La dirección del PP confía en que si Piqué encabeza la candidatura por Barcelona en las próximas elecciones generales atraerá a una buena parte del electorado que tradicionalmente apoya a CiU. "Trasfondo político" El presidente del PP catalán, Alberto Fernández Díaz, dijo que la actuación de ayer de su partido en el Parlament sólo había sido un "hecho puntual", pero advirtió a CiU de que sus críticas a Piqué "son ataques personales con un trasfondo político más propio del PSOE". En su opinión, se explica porque "CiU está nerviosa ante el progresivo fortalecimiento del PP catalán". El ministro para las Administraciones Públicas, Ángel Acebes, que estuvo en Barcelona en unas jornadas municipalistas, se mostró perplejo por las críticas de CiU y dijo: "Espero que nadie colabore en la estrategia de desgaste del PSOE", que a su juicio representan los ataques a Piqué. El PP ha actuado en esta legislatura como sostén parlamentario de CiU, en correspondencia con el pacto suscrito por ambas formaciones en el Congreso, y la semana pasada evitó con sus votos la reprobación de los consejeros Antoni Comas y Antoni Subirà. Las relaciones entre CiU y el PP en Cataluña ya no pasaban por su mejor momento. El secretario general del PP, Rafael Luna, ha trasladado al consejero de la Presidencia, Xavier Trias, el malestar por unas declaraciones del convergente Carles Campuzano en las que éste insinuaba que el ministro del Interior debería asumir la responsabilidad de los atentados que pudieran producirse en el País Vasco tras las últimas redadas policiales. PASA A LA PÁGINA 4