El informe robado a la abogada del PP apareció en el Ayuntamiento de Tegueste
Un ladrón despistado es una ruina. Sobre todo si trabaja por cuenta ajena. El 4 de septiembre, unos cacos entraron en el despacho de Julia Bango, la abogada del PP agredida por investigar un presunto caso de corrupción en Tenerife, y se llevaron el expediente sobre la recalificación de Tegueste, al norte de la isla. La letrada, al darse cuenta del robo, volvió a pedir los papeles al Ayuntamiento de Tegueste, gobernado por Coalición Canaria. Al recibir la documentación, Julia Bango casi se desmaya: se trataba de fotocopias oficiales -con registro de entrada y sello- de las actas y planos que le habían sido robados unos días antes. ¿Cómo se dio cuenta? Se habían olvidado de borrar las anotaciones escritas por ella antes del robo.
No le fue difícil comprobar que, efectivamente, aquellos papeles eran fotocopias de los que le fueron robados. Al pie de página de algunos folios -como el que se reproduce en esta página- figuraban unas anotaciones en letra menuda. ¡Su letra! También aparecía otro tipo de caligrafía. ¡La de Carlos Obón!, secretario de política municipal del PP de Tenerife y uno de los pocos militantes del partido que le habían ayudado a investigar la presunta corrupción urbanística. La gran mayoría, como ya denunció Julia Bango tras sufrir la tercera agresión, le dio la espalda. Algunos, incluso, intentaron entorpecer la investigación.El 21 de septiembre -17 días después del robo-, Julia Bango encontró en el buzón de su despacho la documentación robada. Había sido adornada con crespones negros y cruces; también con una fotografía muy reciente -recortada de un periódico local- de los concejales populares de Tegueste. La abogada, que presentó la oportuna denuncia ante la policía, empezó a asustarse. Pero el miedo se convirtió en terror cuando los días sucesivos trajeron las agresiones, los anónimos que la amenazaban de muerte -uno de ellos fue enviado desde un fax del PP de Santa Cruz de Tenerife- y un sinfín de llamadas telefónicas. Detrás del auricular, según denunció Julia Bango ante la juez, había voces de destacados militantes del PP en Tenerife. "¿Por qué?", se preguntaba la abogada, "¿me amenazan desde el PP si a quien estamos investigando es a Coalición Canaria? ¿Cuál es el eslabón perdido?".
La juez que lleva el caso, Eva Ramírez, se esfuerza en averiguar ahora por qué el Ayuntamiento de Tegueste disponía, presuntamente, de los mismos papeles que le habían sido robados a Julia Bango. Si el eslabón perdido entre los intereses del PP y de Coalición Canaria en Tegueste pasa por los terrenos recalificados en favor del constructor Víctor Rodríguez, muy conocido en las islas por sus importantes trabajos de restauración del patrimonio.
Francisco de la Barreda, presidente del PP de Tenerife hasta que fue destituido por denunciar públicamente la corrupción del partido, ha trasladado el campo de batalla a Madrid. Anoche analizaba con sus abogados la estrategia de una guerra que por ahora va perdiendo: cesado, vilipendiado por sus propios compañeros, tratado de loco y desleal, se propone al menos guardar su honra. Y para ello ha decidido denunciar hoy sus sospechas ante la Fiscalía Anticorrupción.
La cúpula del PP, encabezada por Javier Arenas, también se reúne hoy con Coalición Canaria para tratar del asunto. Lo hará dentro de las comisiones de seguimiento acordadas en 1996 para los pactos de legislatura. Además, el caso de Tenerife inaugurará mañana el nuevo Comité de Derechos y Garantías, surgido del último congreso del PP para sustituir al antiguo Comité de Disciplina. Se someterá a estudio el famoso informe de De la Barreda sobre la corrupción en Canarias.
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