Rostropóvich anuncia que no volverá a dar ningún concierto en Rusia
El violonchelista no quiere actuar donde le consideran "acabado"
El violonchelista y director de orquesta Mstislav Rostropóvich no volverá a dar conciertos ni en Moscú ni en ninguna otra ciudad rusa. Así lo declaró el músico en una entrevista publicada en el semanario Vek (Siglo). "Mi última actuación fue en Samara. Se acabó. De ahora en adelante actuaré sólo allí donde desean escucharme y donde me escuchan con placer, y no donde dicen que ya estoy acabado", añadió.
"Algunos dicen que prácticamente impongo a la fuerza mis conciertos, aprovechando como pretexto cualquier acontecimiento", manifestó, dolido, Rostropóvich.La furia ha impulsado al célebre violonchelsita a tomar la decisión de no volver a actuar en Rusia. Una reacción provocada por algunas reseñas aparecidas en la prensa local después del concierto que dio en diciembre del año pasado en el marco de los festejos del 80º aniversario del nacimiento del escritor y premio Nobel Alexandr Solzhenitsin. En aquella oportunidad tocó un magnífico programa con la Orquesta Sinfónica Nacional rusa, dirigida por el maestro finlandés Paavo Berglund: un concierto de Saint-Saëns y variaciones sobre un tema rococó de Chaikovski.
La amistad entre los dos colosos de la cultura rusa data de la época soviética: Solzhenitsin, acosado por las autoridades, encontró refugio en la dacha de los Rostropóvich hasta que fue expulsado de la URSS. Rostropóvich y su esposa, la soprano Galina Vishnévskaya, también fueron obligados a abandonar la URSS en 1974 y privados de la nacionalidad soviética cuatro años más tarde. Si ahora el famoso músico cumple su palabra, curiosamente resultará que Samara será la ciudad donde Rostropóvich dio su último concierto en época soviética e hizo su última actuación en la Rusia poscomunista. En esa ciudad del Volga, Rostropóvich acaba de dirigir la nueva ópera Visiones de Iván el Terrible.
Piernas
El músico se queja de que esta excelente ópera de Serguéi Slonimski seguramente no será puesta en los "teatros imperiales rusos", el Bolshói de Moscú y el Marínski (ex Kírov) de San Petersburgo. "Ni siquiera pusieron Una lady Macbeth en Mzdensk para el aniversario de Shostakóvich", se lamenta Rostropóvich, quien critica a Vladímir Vasíliev, el director del Bolshói, por no haber montado tampoco Lolita, de Rodión Shchedrín, ni la "genial ópera" Gesualdo, de Alfred Schnitke. "Le propuse a Vasíliev ponerla en el Bolshói. Pero no le interesa. A él le interesan sólo... las piernas, por desgracia. Piernas y piernas, de arriba abajo, hasta los pies. Pone un ballet con la obertura de La Traviata y balletiza toda la ópera", comenta el músico.A pesar de su decisión de no volver a tocar ni a dirigir en Rusia, Rostropóvich no dejará de visitar su país, donde tiene muchos amigos e impulsa programas de beneficencia. Rostropóvich dice que le gusta descansar en Rusia de los conciertos que da en Occidente. El músico se encuentra ahora en Milán como director musical de la ópera Mazepa, de Chaikovski. La puesta en escena en la Scala estará a cargo de Lev Dodin, director del Pequeño Teatro Dramático, de San Petersburgo.
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