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El policía de Olot identifica el 'zulo' de Feliu, que ha sido destruido por la construcción de un garaje

Miquel Noguer

Los secuestradores de Maria Àngels Feliu hicieron desaparecer el zulo en el que la farmacéutica pasó secuestrada 492 días construyendo un amplio garaje donde antes había un lóbrego y estrecho habitáculo. Agentes de la Guardia Civil inspeccionaron ayer la vivienda unifamiliar del matrimonio formado por Ramon Ullastre y Montserrat Teixidor, ambos detenidos el miércoles, y no lo encontraron. A la inspección asistieron el matrimonio y Antoni Guirado, policía local de Olot, arrestado también y considerado el cerebro del secuestro. Guirado, a partir del cual ha empezado a aclararse el caso, reconoció que en el garaje subterráneo de la casa del matrimonio estuvo el lugar donde escondieron a Maria Àngels Feliu.

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Antoni Guirado se ha declarado inocente de todos los cargos y sólo admite su colaboración en el secuestro en tareas colaterales. Guirado, de 41 años, declaró ante la Guardia Civil y la juez que instruye el caso que quienes el 20 de noviembre de 1992 secuestraron a la farmacéutica de Olot fueron José Zambrano, también policía local de Olot, fallecido hace dos años de sobredosis de barbitúricos, y José Luis Paz García, alias El Pato, otro de los detenidos el miércoles. Zambrano y Paz, según la declaración de Guirado, entregaron a la secuestrada a Ramon Ullastre en un bosque, y éste y su esposa, Montserrat Teixidor, se hicieron cargo de Feliu y la llevaron al zulo de su casa, en Sant Pere de Torelló.El matrimonio Ullastre Teixidor construyó el garaje subterráneo en su casa, situada en el centro de Sant Pere de Torelló, tras la liberación de Feliu, en marzo de 1994. No se encontró el zulo, pero los investigadores comprobaron que algunos elementos del garaje coinciden con la descripción que hizo la farmacéutica del lugar en el que entró el 20 de noviembre de 1992 y del que salió el 27 de marzo de 1994.

Segundo registro

El registro de la casa era el segundo que se realizaba después de la detención del matrimonio, practicada el miércoles. Ayer poco antes de las 14.15 horas llegaron a Sant Pere de Torelló Ramon Ullastre y Montserrat Teixidor acompañados de la juez instructora del caso, Pilar Castillo. Los dos detenidos entraron en su casa cuando aún no se sabía que el zulo ya no existía. Más tarde, procedente de la prisión de Figueres, llegó a Sant Pere de Torelló Antoni Guirado, que entró en la casa en compañía de su abogado, Sebastià Salellas, y salió dos horas más tarde. Los tres detenidos llegaron a la casa en coches separados y fuertemente protegidos por agentes de la Guardia Civil.Salellas confió en que la justicia tenga en cuenta "la gran colaboración" que su cliente ha prestado a la Guardia Civil conduciéndola hasta la casa de Sant Pere de Torelló donde dijo que en su día estuvo el zulo.

El abogado también negó que Antoni Guirado se hubiera sometido a una rueda de reconocimiento de voz delante de Maria Àngels Feliu. Algunas fuentes apuntaron que la juez del caso había solicitado que Maria Àngels Feliu intentara averiguar si la voz de Guirado era alguna de las ocho que oyó durante su secuestro.

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Desde mediodía y hasta las 20.00 horas, la Guardia Civil registró la casa. Las tareas se intensificaron a primera hora de la tarde con la llegada de una dotación de Bomberos de la Generalitat, cuyos miembros bajaron al garaje subterráneo con piquetas para horadar el suelo en busca del escondrijo. Una hora después llegó una pequeña excavadora que ayudó a los bomberos en la tarea de agujerear el suelo y las paredes del subterráneo. La brigada municipal de obras de Sant Pere de Torelló sustituyó a los bomberos a media tarde y siguió trabajando en busca de nuevas pistas. Fuentes de los bomberos declararon por la tarde que la dotación desplegada en la casa de Sant Pere de Torelló solamente consiguió derrumbar una pared, tras la cual no se encontró nada relevante para la investigación policial.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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