Un detenido fue escolta del alcalde del pueblo donde estuvo el escondite
Ramon Ullastre Clapé, uno de los cuatro detenidos por el secuestro y propietario de la vivienda en la que estaba el zulo, trabajó durante varios años como guardia de seguridad a las órdenes del alcalde del municipio, Ramon Vaqué, que fue quien lo contrató. Corrían los primeros años de la década de los noventa y entonces, como ahora, en el pequeño municipio de Sant Pere de Torelló, situado a unos cien kilómetros al norte de Barcelona, no había policía municipal a las órdenes del regidor.En aquella época una parte de la población se rebeló contra el alcalde al conocerse su implicación en la venta de unos terrenos al Ayuntamiento por parte de Ramon Vilaró, cuñado del entonces consejero de Política Territorial, Josep Maria Cullell, de Convergència i Unió (CiU). Por ese caso, Vaqué fue condenado en febrero de 1998 por la Audiencia de Barcelona a un año de prisión y siete de inhabilitación, aunque continuó en el cargo. Se recurrió contra la condena y el Tribunal Supremo aún no se ha pronunciado.
Los plenos municipales de aquella época eran muy agitados y en alguna ocasión los concejales estuvieron a punto de llegar a las manos, por lo que Ullastre se convirtió en un escudo humano del regidor, hasta el punto de que montaba guardia en casa de su jefe a la espera de que éste saliese a pasear, aunque fuese en pantuflas. En esa época Ullastre encabezaba también, en funciones de servicio de orden, las manifestaciones de apoyo a favor del alcalde Vaqué, en las que apenas participaban unas 60 o 70 personas y que discurrían de forma pacífica por las también tranquilas calles de Sant Pere de Torelló.
Un hombre expeditivo
En aquellos años, Vaqué "también limpió de chusma Sant Pere", según explican los policías municipales del vecino municipio de Torelló que le trataron, los cuales se refieren de esta forma a los métodos expeditivos que empleaba contra los pequeños delincuentes de la zona con el beneplácito implícito de la Guardia Civil. Luego Ullastre hizo de guardia forestal, y el último oficio que desempeñó fue el de portero de la discoteca Fox Trok, en el vecino municipio de Seva. En el mismo local trabajaba de cajera Montserrat Teixidor, su esposa, que también fue detenida el pasado miércoles."Ullastre era carne de cañón", explica, recordando su dura infancia, uno de los policías que le conocieron. A causa de desavenencias familiares, se marchó de casa a los 10 años y se fue a vivir a una masía abandonada, en la finca de Comadebó, a unos cuatro kilómetros del núcleo urbano, donde sobrevivió con el dinero que obtenía de la venta de leña.
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