Los constructores vaticinan una subida de la vivienda superior al 10% para 1999

El precio de la vivienda en Cataluña subió el pasado año en torno al 7,5% y en el presente podría terminar con subidas superiores al 10%, según estimaciones de la Asociación de Promotores y Constructores de Edificios de Cataluña (APCE). Su presidente, Enric Reyna, presentó ayer el informe anual del sector. En el mismo se describe una situación territorialmente descompensada: en las zonas más pobladas (Barcelona y su entorno más próximo) la construcción es "insuficiente", mientras que en las zonas más alejadas se construye por encima de las necesidades. La media internacional recomendada es que se construyan entre cinco y siete viviendas por cada 1.000 habitantes, explicó Reyna, pero en Barcelona y Cornellà se sitúa en cuatro y en l"Hospitalet y Santa Coloma de Gramenet en dos. La población de estas localidades representa el 44,6% de Cataluña, pero la construcción de viviendas supone el 5,5%. Frente a ello, hay un conjunto de municipios en los que la oferta de vivienda nueva se sitúa entre las 20 y 29 por cada 1.000 habitantes. Estas poblaciones son Viladecans, Sant Feliu de Llobregat, Ripollet, Santa Perpètua de la Mogoda, Sant Cugat, Sitges, Vilafranca, Vilanova i la Geltrú y Sant Pere de Ribes. Un tercer bloque de localidades registra medias superiores a las 30 viviendas por habitante y año. En algunos casos se trata de segundas residencias; en otros, sin embargo, la alta densidad de nuevas construcciones puede "cambiar la estructura demográfica" de la localidad a corto plazo, según advierten los constructores. Pero la principal preocupación del sector es la perspectiva de un aumento de los costes que acabará repercutiendo en los precios. Los motivos de estos aumentos, según Reyna, son la falta de mano de obra cualificada, la elevación de los precios de los materiales y el encarecimiento del suelo. Un factor añadido es la Ley de Edificación, que incluye un seguro obligatorio de 10 años para los edificios. El coste de este seguro ha sido estimado por el Gobierno en menos de un 1%, pero Reyna aseguró ayer que sus cálculos lo cifran por encima del 3% y más cerca del 4%. Este aumento, añadido al de los costes de producción, puede hacer que el precio de la vivienda crezca durante este año en un 10%. Reyna aseguró que su estimación no pretende acelerar las compras de viviendas porque la demanda en este momento es lo suficientemente alta como para que resulte innecesario recurrir a este tipo de estratagemas.