Visto para sentencia el juicio de la Delegación del Gobierno en Navarra

Se trató de un fraude a empresarios urdido a título particular por una sola persona, la ex habilitada económica de la Delegación del Gobierno en Navarra, María José Rubio, sin conexión alguna con actividades antiterroristas, pero, eso sí, conocida y tolerada por Mariano Berduque, ex secretario general de la misma Delegación, quien a su vez se lucró con la misma. Ésta es la conclusión sostenida por el ministerio fiscal y la abogada del Estado tras un mes de sesiones del juicio oral del denominado caso de la Delegación del Gobierno, que ayer quedó visto para sentencia tras la exposición de la conclusiones definitivas de los letrados defensores de ambos acusados. Ni los industriales estafados ni los testigos han podido añadir con sus declaraciones nada nuevo al caso. El juicio oral ha servido únicamente para constatar lo que ya se sabía al principio: que María José Rubio recaudó unos 715 millones de pesetas (algo más de cuatro millones de euros) entre empresarios navarros a quienes decía que contribuían así a financiar la lucha antiterrorista por el retraso en la llegada de los fondos reservados y a quienes logró devolver la mayor parte del dinero con intereses anuales de hasta el 120% sin que se haya sabido bien cómo lo hacía. Según el fiscal, Rubio cometió fraude, malversación de caudales públicos y falsedad en documento oficial, pudiendo haberse apropiado de unos 186 millones de pesetas "con la única finalidad de enriquecerse". Berduque habría conocido todo y tolerado el fraude. Naturalmente, los defensores de ambos no han estado en absoluto de acuerdo con tal tesis. En la última jornada del juicio, desarrollada ayer, el abogado de Rubio insistió en que la funcionaria fue sólo una pieza de un "sistema" diseñado en la Delegación para justificar artificialmente la procedencia irregular de cientos de millones de pesetas, por lo que pidió su libre absolución. Por su parte, el defensor de Berduque acusó a Rubio de haber engañado a su defendido, quien fue su superior jerárquico en la Delegación y exculpó al ex secretario general de cualquier responsabilidad.