El Photomuseum de Zarautz difunde la obra de la fotógrafa Jitka Hanzlová

El Photomuseum de Zarautz acoge hasta el próximo 28 de marzo Habitantes, una exposición fotográfica que muestra una treintena de trabajos de la artista afincada en Essen (Alemania) Jitka Hanzlová. La fotógrafa, a partir de la imagen, intenta descubrir al espectador las diferencias entre la vida del mundo rural y en la gran ciudad. Hanzlová pudo realizar este trabajo gracias a la beca que le otorgó la DG Bank y que le dio la posibilidad de trabajar durante un año en un proyecto de fotografía de su libre elección.

Basta una mirada superficial para descubrir que la figura humana y los animales emergen con especial protagonismo en la obra de esta joven artista. De las paredes de la sala de este pequeño museo guipuzcoano cuelga la imagen de un girasol solitario encima de una mesa; el retrato de una mujer, con una toalla en la cabeza y sentada en un rincón de su casa. Figuran también instantáneas de una jóven de la gran ciudad o las calles nevadas y desangeladas de una metrópoli. Llama la atención en la muestra la verticalidad de todas las imágenes y su cálido colorido en un contexto visual urbano. La exposición itinerante, organizada por el Instituto Goethe, es el fruto del trabajo realizado por la artista entre los años 1995 y 1996. Jitka Hanzlová recibió la beca de la DG Bank, que esta entidad lleva destinando desde 1994, para fotografía, lo que en la práctica le supuso la posibilidad de dedicarse de pleno a esta disciplina durante un año. La lectura de esta época se desprende de la imagen de los retratos de hombres y mujeres en pequeños espacios; de la opresión de un perro atado a un árbol por una correa; de la fría e impersonal arquitectura urbana que predomina en las imágenes. Esperanza y nostalgia En el transfondo de esta muestra se aprecia la vorágine de la cotidianiedad en la gran ciudad. Pero "deja entrever la esperanza y la nostalgia tras acrisolamientos y durezas", según señalaron los organizadores de la exposición. Afirman, además, que "la capacidad de hacer surgir nexos al menos temporales, de estar juntos en lugar de estar solos, está conseguida por el instante materializado, la fotografía". Esta exposición supone una ruptura con su obra anterior. En Roytnik, el primer trabajo de Jitka Hanzlová, la artista mostraba el mundo rural con su particular orden natural. En el actual, Habitantes, avanza un paso más y aborda la discrepancia que se manifiesta entre la vida en el campo y la calificada habitualmente de progresista que se atribuye a la gran ciudad. En la práctica supone "la búsqueda de la humanidad en el medio urbano", afirman los responsables de la muestra. "La continuación de este diálogo constituye una oportunidad para descubrir nexos y salir del aislamiento", aseguran. Habitantes muestra, a juicio del Instituto Goethe, el acierto del jurado al otorgar la beca a esta joven fotógrafa. "Los trabajos", afirma, "permiten apreciar la madurez de una personalidad de artista que merece ser conocida y puesta al alcance del gran público". El Photomuseum de Zarautz expone estos trabajos hasta finales de marzo.