Asador Casa Emilio

Resulta toda una sorpresa encontrar en una zona tan trotera de la capital riojana un restaurante que, pese a su apariencia vulgar -sobre todo por la cafetería un tanto hortera de su entrada-, es una referencia gastronómica de bastante interés. Desde luego es bastante más que un asador al uso. Sobre todo desde que, hace dos años, se hizo cargo de esta casa un cocinero guipuzcoano de largo oficio pese a su relativa juventud, Aberto Arizkuren, bien secundado en sala por su esposa, la también donostiarra Marisol de Celis. Así, junto a las ofertas cárnicas típicas del asador (chuletones de vaca vieja, chuletillas de cordero a la brasa y cabrito asado al horno), todas impecables, se suman ahora las de los más frescos pescados, oficiados bien al horno, a la parrilla o a la plancha. Pero donde tal vez destaque más esta cocina de la media de su entorno sea en las entradas. Delicadas ensaladas con variaciones propias del mercado, así como los también delicados panachés de esas verduras de temporada que ofrece la feraz huerta riojana. En ellas las hortalizas llaman la atención por su fenomenal punto de cocción, al dente, tan inusual en esta zona. Los postres, resultones y con magnificas intenciones, podrían mejorar si se pusieran más medios técnicos para ello. Servicio altamente profesional. Amplia bodega con ofertas atractivas de los mejores caldos riojanos. Precios muy arreglados, para lo que se ofrece.