PP y PSOE exigen a Pujol que no mezcle al Rey en polémicas políticas

Populares y socialistas reclamaron ayer a Jordi Pujol que no mezcle al Rey en polémicas lingüístico-políticas. Tras el aluvión de críticas, el propio presidente de la Generalitat de Cataluña reconoció ayer que fue "un error" al sugerír a don Juan Carlos y al príncipe Felipe que usen con más frecuencia el catalán en sus viajes a Cataluña. Pujol mantuvo esa petición, pero evitó hablar de porcentajes de idiomas -el día anterior los había establecido en un 50%- y agradeció a la familia real sus gestos con el catalán "en tiempos difíciles".

Pujol se ha convertido esta semana en el centro del debate político preelectoral. El lunes exigió, en la conferencia que pronunció en la Escuela Superior de Administración de Empresas (ESADE), mayores cotas de autogobierno para Cataluña y aseguró que la Corona no podría ignorar, llegado el caso, una petición del Parlamento catalán en ese sentido. Cuarenta y ocho horas después, el miércoles, en una entrevista radiofónica, incluso sugirió al rey Juan Carlos y al príncipe Felipe que en sus visitas a Cataluña pronuncien la mitad de sus discursos en catalán. Dirigentes del PP y del PSOE coincidieron ayer en reclamar al presidente de la Generalitat que aparte del debate político a los miembros de la familia real y que no haga electoralismo con la figura del Rey."No es bueno mezclar al Rey en las polémicas políticas", manifestó José Borrell, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, que recordó que don Juan Carlos, cuando visita una comunidad autónoma, ya utiliza su lengua en sus intervenciones públicas.

En similares términos, pero más rotundamente aún, se pronunció el secretario general socialista, Joaquín Almunia, quien exigió a Pujol que deje de hacer electoralismo a costa de la figura del Rey. Incluso apuntó que el presidente catalán ha perdido el respeto a la Corona. "Le pido que tenga respeto por la figura del Jefe del Estado, ya que creo que las últimas manifestaciones [que ha realizado] no lo demuestran". El líder socialista concluyó exhortando a Pujol a hacer electoralismo en otros campos y a no mezclar al Rey en sus campañas. Al presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, el también socialista José Bono, la petición de Pujol le pareció sencillamente "ridícula".

A su vez, el candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, se limitó a comentar, ante la insistencia de los periodistas, que le parece bien que el Rey utilice más el catalán en sus visitas oficiales a Cataluña. No obstante, el ex alcalde de Barcelona matizó a continuación que no se trata de una cuestión de números o porcentajes y recordó que cuando don Juan Carlos visitó el Ayuntamiento ya hizo intervenciones en catalán.

En las filas populares las manifestaciones de Pujol provocaron una reacción similar. Su presidente en Cataluña, Alberto Fernández Díaz, reiteró su solicitud de que Pujol "respete a la Corona y al Rey y lo deje al margen de las controversias políticas". En su opinión, Pujol debería aplicarse la lección a sí mismo y utilizar las dos lenguas oficiales en Cataluña, el catalán y el castellano, en sus discursos.

El presidente del Congreso, Federico Trillo, afirmó que Pujol dispone de otros canales institucionales para transmitir sus deseos al Rey.

A su vez, Pujol, consciente de la polvareda que han levantado sus referencias a la Corona , matizó ayer sus declaraciones en dos entrevistas radiofónicas. Pujol se mantuvo firme en que el Rey intensifique e "institucionalice" el uso del catalán en sus apariciones públicas en Cataluña porque ello contribuiría, a su juicio, a divulgar la realidad lingüística catalana. Sin embargo, evitó referirse a los porcentajes cuando el lunes los había fijado en un 50%, es decir que el Rey y el Príncipe debían pronunciar la mitad de sus discursos en catalán.

Con el objetivo de limar asperezas, Pujol rompió una lanza en favor del Rey al afirmar que "introdujo el catalán en sus discursos cuando las cosas eran más difíciles que ahora y esto ha representado un gran beneficio que Cataluña, en su conjunto, agradece".

Eso sí, dijo que "cuando un discurso es difícilmente rebatible" -y el suyo es "muy difícilmente rebatible", agregó- "la oposición mira de buscar tres pies al gato".