5.000 personas se manifiestan en La Línea contra el endurecimiento de los controles en Gibraltar

Unas 5.000 personas, según la policía local de La Línea (Cádiz), se manifestaron en la tarde de ayer por las calles de la localidad para mostrar su rechazo a los férreos controles impuestos por España en la verja de Gibraltar. El celo de la policía española en el examen de la documentación ha provocado ya pérdidas a la comarca de más de 1.000 millones de pesetas, según la Federación de Empresarios del Campo de Gibraltar, y mantiene en vilo a los 2.500 trabajadores españoles que tienen sus empleos en Gibraltar, porque los llanitos han despedido a 20 de ellos desde que empezó el conflicto. Los manifestantes, en su mayoría españoles, exigieron la dimisión del ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes.

Los ciudadanos recorrieron pacíficamente las calles de La Línea hasta la plaza de la Constitución, donde se dio lectura a un comunicado. En el texto se reclama al Gobierno el levantamiento de los controles en la frontera y la llegada de inversiones para la zona que permitan una total independencia de los habitantes del Campo de Gibraltar respecto a la colonia británica."Madrid escucha, La Línea está en la lucha", "Matutes dimite, La Línea no te admite" o "Menos restricciones y más soluciones", fueron algunos de los gritos coreados por los manifestantes. En la marcha se dieron cita representantes de colectivos sociales de toda índole, sindicatos y asociaciones empresariales, los alcaldes de los siete municipios de la comarca del Campo de Gibraltar, así como parlamentarios y diputados de todos los partidos.

Los convocantes de la protesta destacaron la presencia en la marcha de responsables del PP en el Campo de Gibraltar, como el alcalde de La Línea, el popular José Antonio Fernández Pons, quien una vez más insistió en la necesidad de acabar con la dependencia económica de Gibraltar de los habitantes de la zona. La manifestación de ayer se llevó a cabo horas antes de la reunión que hoy va a mantener la comisión interministerial encargada de hacer realidad el anuncio del Gobierno de poner en marcha un plan de revitalización del Campo de Gibraltar. "Si dentro de unos días vemos que no se nos ha escuchado, volveremos a movilizarnos", aseguró Valentín Galcerán, portavoz de la Unión de Trabajadores Españoles en Gibraltar, quien añadió: "Habrá un tiempo de espera hasta que se vuelvan a reunir Aznar y Blair; pero si no hay soluciones a nuestros problemas, tomaremos nuevas medidas". Galcerán consideró "una vergüenza" que a las puertas del año 2000 "haya personas que tengan que cruzar la frontera para ganarse el pan". Mientras, el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, decidió esperar a hoy para hacer sus primeras valoraciones sobre esta manifestación. Sin embargo, su antecesor en el cargo y ahora líder de la oposición, Joe Bossano, calificó de "lógica y lícita" la marcha: "Los ciudadanos del Campo de Gibraltar saben que si Gibraltar se hunde, también les perjudica a ellos". Para Bossano, "esta situación es el inicio de la aplicación del plan B, anunciado por Matutes, que contempla el cierre de la verja".