Oreja propugna una industria audiovisual sin fondos públicos
El comisario europeo de Política Audiovisual, Marcelino Oreja, afirmó ayer que conviene crear las condiciones necesarias para el desarrollo de una industria audiovisual en Europa que sea autosuficiente y no necesite más el apoyo de fondos públicos."El problema de la financiación es uno de los más difíciles", dijo el comisario en referencia al tema que más quejas y consultas ha provocado por parte de los Estados miembros de la UE y de medios privados, que denuncian las ayudas estatales recibidas por los públicos. En su intervención, con la que clausuró una conferencia organizada por el Parlamento Europeo sobre el mercado audiovisual, Oreja reiteró que "se exige más competitividad a la industria europea", sin dejar a un lado la calidad y la protección del consumidor, así como el equilibrio entre el mercado y el papel cultural del sector audiovisual.
Su colega Emma Bonino explicó, por su parte, que la Comisión considera tres posibles escenarios para conseguir que la financiación de las televisiones públicas sea compatible con el Tratado de la Unión Europea.
La primera de ellas consistiría en atribuir la misión de servicio público a un organismo, público o privado, financiado exclusivamente con fondos de procedencia pública. En ese supuesto, si dicho organismo quisiera dedicarse a la actividad comercial, tendría que crear filiales con una contabilidad independiente.
La segunda opción es que los organismos a los que se confíe la misión de servicio público puedan vender publicidad y pedir el reembolso de los gastos relacionados con la realización de ese servicio. Si este fuera el caso, sería precisa una contabilidad analítica para cuantificar claramente qué costes deficitarios ha tenido que soportar el organismo de televisión para asegurar la misión de servicio público. El tercer escenario contemplado por la Comisión es el de un sistema de concurso en el que los operadores, públicos o privados, sean seleccionados sobre la base de sus ofertas. Al mejor o mejores se le concedería la misión de servicio público, a cambio del correspondiente precio.
