Francia prohíbe los termómetros de mercurio por su toxicidad

Las farmacias francesas no pueden vender termómetros de mercurio debido a los riesgos de toxicidad de esa sustancia. Según un decreto del pasado diciembre y que comenzó a aplicarse ayer, el termómetro de mercurio podrá sustituirse por otros dispositivos electrónicos, de infrarrojos o de cristales líquidos. La prohibición se basa en la advertencia de que una larga exposición al mercurio ocasiona fatiga, debilidad muscular, insomnio y pérdida de apetito y, además, en fuertes dosis puede provocar temblor de extremidades y problemas auditivos y renales.Varios países europeos, como Dinamarca, Noruega, Suiza o Suecia, abandonaron la venta de este tipo de instrumentos en los últimos años. La progresiva retirada del mercado francés de los termómetros obedece a una disposición preventiva ante la frecuencia con que estos aparatos se rompen por accidente en los hospitales y la dificultad de recuperar la totalidad del metal derramado. Los hospitales franceses compran unos cinco millones de termómetros al año, con una vida media de un mes.