La verdad de Guatemala
En los anales de la reciente brutalidad en Latinoamérica, ninguna nación puede igualar a Guatemala. La guerra civil que terminó en 1996 duró 36 años y mató a centenares de miles de personas, la mayor parte de ellas civiles mayas. Ahora, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico ha emitido un informe que refleja la magnitud de la tragedia. Corresponde al Gobierno demostrar que Guatemala ha cambiado aceptando el informe y actuando con rapidez para cumplir sus recomendaciones. La Comisión de la verdad está respaldada por Naciones Unidas. (...) La Comisión concluye que algunas de las operaciones contra la guerrilla podrían calificarse de genocidio. (.. .) Esta es una terminología más contundente de la que normalmente se utiliza en los documentos de la ONU, pero no hay duda de su veracidad. El informe también es justo en relación al papel que jugó Estados Unidos, que auspició un golpe militar en 1954. (...) Pero Washington ha ayudado a dejar al descubierto su propia complicidad. Ha aportado más dinero que cualquier otro país para mantener los trabajos de la Comisión. (. . .) El informe surge en un momento de incertidumbre sobre si Guatemala puede convertirse en una verdadera democracia. La Comisión no señala al culpable, por miedo a provocar a las Fuerzas Armadas. Hasta ahora, el presidente Alvaro Arzú ha permanecido en silencio. (. . .) El valiente informe de la Comisión describe un pasado infernal. Los dirigentes guatemaltecos deben demostrar que aquellos días han acabado.
, 1 de marzo
