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Reportaje:

El "Mitch" redibuja Honduras

Los cartógrafos hondureños elaboran un nuevo mapa del país tras el huracán que cambió su geografía

Morolica era un pueblo hondureño de unos 6.000 habitantes, distante unos 120 kilómetros de Tegucigalpa, la capital. Como tantos otros fue arrasado a finales de octubre por el huracán Mitch, que causó en Honduras más de 5.600 muertos, obligó a tres millones de personas a abandonar sus casas -105.000 viven aún en campamentos- y causó daños por valor de 875.000 millones de pesetas (5.258 millones de euros). Morolica va a ser reconstruido, pero a seis kilómetros de su emplazamiento original. Habrá que cambiar su localización en el mapa.Noé Pinedo Portillo, el director del Instituto Geográfico Nacional de Honduras, aún recuerda aquel 23 de junio del año pasado, en el que, en presencia de tres ministros, copresidió la ceremonia en la que dio a conocer el nuevo mapa territorial de su país. Cuatro meses después, el Mitch le está obligando a rehacer buena parte de las 280 hojas cartográficas de aquel trabajo. El huracán ha distorsionado la geografía de Honduras.

"El 70% de las infraestructuras físicas y los dos tercios de la superficie agrícola han sufrido alteraciones", asegura Pinedo Portillo en una entrevista telefónica. "Hay ríos cuyo curso ha cambiado; hay 168 tramos de carretera muy dañados o que se han hundido, y cuyo trazado será diferente cuando sean reconstruidas; hay pueblos arrasados que serán reedificados en otros lugares; hay bosques que los vientos huracanados se llevaron por delante, y todo eso debe quedar reflejado en los nuevos mapas".

Cuando, hace algunas semanas, varias avionetas de la Fuerza Aérea hondureña dejaron de transportar sacos de ayuda humanitaria, Pinedo Portillo y sus 160 colaboradores se pusieron manos a la obra. Los aparatos embarcaron entonces material de fotogrametría para "retratar" los 112.000 kilómetros cuadrados del país (la quinta parte de la superficie de España).

Honduras, uno de los países más pobres de Latinoamérica, no podía acometer esa tarea sin ayuda internacional. Se la ha brindado la National Imagery and Mapping Agency de EEUU, cuyos aviones surcan también los cielos hondureños. Además, la NASA se dispone a colaborar con los cartógrafos locales.

Cuando regresan los aviones, "el siguiente paso es cotejar las fotografías con las antiguas hojas cartográficas para elaborar unas nuevas con los cambios impuestos por la naturaleza", prosigue Pinedo Portillo.

"A veces, la carretera o el pueblo no han sido aún reconstruidos y nos tenemos que informar del nuevo trazado o ubicación proyectada para colocarlos en el mapa", comenta el director. "Trabajamos duro, y si todo va bien, la reformulación del mapa estará lista a finales de año", vaticina.Pero mientras el país arrollado no esté reconstruido, el nuevo mapa no será tan preciso como el anterior, porque las curvas de la calzada o el emplazamiento de la aldea reedificada podrán ser retocados en el último momento para hacerlos más seguros.

Una de las pocas cosas que no cambiarán en el nuevo mapa serán los topónimos. No así con los nombres de los huracanes, que ya no se repetirán cada seis años. El Mitch ha sido demasiado devastador para que nadie lo quiera recordar. El comité regional de la Asociación Mundial de Meteorología propondrá en marzo bautizar con nuevos nombres los ciclones caribeños.

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