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Los obispos preparan el tercer milenio

La Conferencia Episcopal Española renueva esta semana todas sus presidencias y comisiones

Antes del gran jubileo, cambios. La Iglesia Católica prepara esta semana su segundo milenio en la asamblea electoral de sus prelados, en la que los 83 obispos con voto en la Conferencia Episcopal (CEE) decidirán los criterios y las personas que conducirán al catolicismo español hacia el 2000. Las elecciones afectan a todos los cargos, cuyo mandato dura un trienio, salvo el secretario general, elegido para cinco años. Si el arzobispo Elías Yanes resulta reelegido presidente para un tercer trienio, su huella será tan prolongada como la del carismático cardenal Tarancón

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Para su segundo mandato como presidente de la Conferencia Epicopal Española, que termina mañana, Elías Yanes necesitó la mayoría absoluta de los votos, pero ahora precisará, de acuerdo con los estatutos, el apoyo de los dos tercios de los prelados. De no conseguirlo en la tercera votación, la presidencia podría encargarse al actual vicepresidente Fernando Sebastían, arzobispo de Pamplona, que lleva seis años en el cargo, o al joven cardenal de Madrid, Antonio María Rouco. A ambos les bastaría con recibir el respaldo de una mayoría.En la larga asamblea electoral de la Conferencia Episcopal que empieza mañana y se prolongará hasta el jueves, todos los prelados son elegibles sin necesidad de presentar la candidatura, como en los cónclaves cardenalicios, pero sólo Yanes, Rouco y Sebastían entran en la "cumbre" de los obispos con posibilidades de disputarse la presidencia y vicepresidencia de la CEE.

Si Yanes resultara elegido, superando las dificultades que imponen los estatutos para un tercer mandato, logrará igualarse, al menos en el calendario, con el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, que presidió a los obispos españoles durante tres trienios y un breve periodo de interinidad por fallecimiento del arzobispo Casimiro Morcillo, en cuya presidencia Tarancón ejercía de vicepresidente. Era el año 1971 y la Iglesia Católica española se debatía entre el conservadurismo que representaba el obispo de Cuenca, monseñor Guerra Campos, que ocupaba el influyente cargo de secretario general de la CEE, y un cierto progresismo político entre cuyas cabezas visibles ya figuraba monseñor Yanes. Un año más tarde, éste sucedía a Guerra Campos en la secretaría general y desde entonces ha formado parte de prácticamente todas las ternas rectoras del episcopado.

Entre los cristianos, son los católicos los que asignan significados relevantes a los cambios de milenio, de manera que la cúpula del episcopado español, que mañana rinde gestión en la última asamblea electoral de la CEE en este siglo, ha colocado como "el principal hilo conductor" de su actividad en este trienio "la preparación y la animación de la Iglesia en España para el Gran Jubileo del año 2000, a la luz de la carta apostólica de Juan Pablo II Tertio millenio adveniente". La dirección de los obispos anuncia también, para el próximo mes de mayo, la celebración en Santiago de Compostela de un Congreso Eucarístico Nacional, y se muestra satisfecha por la marcha del Plan Nacional de Catedrales, "el acuerdo (Iglesia-Estado) más importante del trienio", según el comunicado oficial. Sin embargo, el arzobispo de Zaragoza, Elías Yanes, de 71 años de edad, completa su segundo mandato como presidente de la Conferencia Episcopal Española sin haber resuelto con el Gobierno el conflicto de las clases y profesores de religión, ni algunos importantes asuntos relativos al César: la adaptación de la asignación tributaria de la Iglesia Católica a la nueva ley del IRPF y otras reclamaciones de dinero, exenciones fiscales o desgravaciones.

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