Josep Piqué acusa a CiU de "confusión interesada" sobre el pacto fiscal

Josep Piqué, ministro de Industria y Energía y portavoz del Gobierno, se echó ayer al ruedo político con un embite al nacionalismo de Convergència i Unió (CiU) en el más importante foro de empresarios catalanes, la cita anual del Círculo de Economía. Piqué acusó a los nacionalistas catalanes de utilizar un lenguaje "ambiguo, reduccionista y de confusión interesada", en referencia a las reivindicaciones de CiU sobre un nuevo pacto fiscal.

Piqué reconoció que el Estado de las Autonomías es "perfectible", pero defendió el título VIII de la Constitución. "Cataluña tiene un derecho absolutamente legítimo a reclamar un sistema de financiación que es mejorable, pero hay que plantearlo en tiempo y forma y no hacerlo con excesiva correlación con los avatares del ciclo político", dijo en respuesta a la propuesta de CiU sobre un nuevo pacto fiscal. Piqué defendió que la relación de Cataluña y España no es "una cuestión de saldos y balances". Fue largamente aplaudido por el auditorio compuesto por unos 400 empresarios catalanes.El ministro, advirtiendo que iba a provocar, dijo que la derrota de los catalanes ante las tropas de Felipe V, el 11 de septiembre de 1714, que llevó a la implantación del Decreto de Nueva Planta, fue beneficiosa para Cataluña "porque eliminó fueros y privilegios y obligó a mirar hacia adelante. Incluso lo negativo de la relación con España, a la larga, ha sido beneficioso para Cataluña".

Piqué propugnó una "aceptación -con naturalidad y sin complejos- de España". Para el ministro, hoy "el encaje de Cataluña en España tiene raíces humanas y sociológicas muy profundas" pues la mitad de los catalanes "tienen vínculos al otro lado del Ebro".

Piqué remató una cuestión que colea en el PP catalán sentenciando que "en Cataluña no existen conflictos lingüísticos", al tiempo que defendió que "el castellano es también nuestra lengua". Articuló un discurso político resumible en el objetivo de que "Cataluña se involucre más en el futuro de España". El ministro acabó proponiendo la "catalanización de España". Su discurso levantó inmediatas ampollas entre los políticos de CiU presentes.

Mientras Miquel Roca daba cordiales apretones de manos a Piqué y le invitaba a un aparte, Artur Mas, consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat, consideraba "desafortunado" el discurso de Piqué en la clausura de las XVIII Reunión de Sitges del Círculo de Economía. El consejero Mas, visiblemente airado, dijo minutos después de finalizar Piqué que "si alguien pensaba que tener un ministro catalán iría a favor de Cataluña ha quedado claro que significa dar un paso atrás". Mas insistió en el trato injusto financiero y fiscal que recibe Cataluña.

Josep Piqué también explicó en Sitges que "no se puede acusar al Gobierno de inmovilismo en relación al proceso de paz vasco, cuando está claro que la paz no admite contrapartidas que serían una burla para los demócratas". "Sin la paz no es posible hablar de política y hoy no tenemos más que una tregua que no sabemos si va a ser definitiva", dijo el ministro. Piqué admitió, sin embargo, que "cuando no se conculquen los derechos de los ciudadanos vascos, el debate político puede dar paso a cualquier cosa".

Piqué, afirmó que cree que la oposición "ya no da más de sí" en su crítica a la política de subvenciones de Industria que el ministro asegura haber aclarado en el Congreso. "Esto ha derivado en una manera discutible de hacer política, en una crítica personal". Piqué dijo que contestaría el cuestionamiento a su trayectoria profesional "en ámbitos diferentes pero también con la máxima transparencia".

Por otra parte, ayer en Tarragona el secretario general de CDC, Pere Esteve, acusó a José María Aznar de "falta de iniciativa política" en el proceso de pacificación vasco" y de limitarse a criticar a los nacionalistas en las negociaciones, informa