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LEGANÉS

Triunfo merecido de Pepín Liria

El paso de Pepín Liria por el abono invernal de Leganés ha culminado con un éxito de los de verdad. Un triunfo sin trampa. La actuación del diestro de Murcia frente a dos toros nada fáciles ha arrebatado a los espectadores y ha puesto en las manos del espada tres orejas, frente al vacío de sus compañeros de cartel.Para conseguir el laurel del vencedor ha tenido Pepín Liria que resolver un par de papeletas. La primera, frente al sobrero de El Pizarral, manso en el caballo y con cierta nobleza en la muleta, pero que se quedaba muy corto, sobre todo por el pitón izquierdo. Flojeó bastante el astado e incluso llegó a caerse en un par de ocasiones. Pepín le pisó el terreno, aguantó las tarascadas defensivas y le sacó los escasos muletazos que tenía.

Moura / Muñoz, Liria, Uceda

Toros de Juan A.Moura, bien presentados, inválidos. 2º, sobrero de El Pizarral, con presencia, manso. Emilio Muñoz: dos pinchazos, estocada y descabello (ovación y salida al tercio); cinco pinchazos, bajonazo y descabello (silencio). Pepín Liria: estocada corta (oreja); pinchazo y estocada desprendida (dos orejas). Salió a hombros. Uceda Leal: estocada (vuelta); tres pinchazos estocada corta y descabello (palmas). Plaza de Leganés, 27 de febrero. 10ª y última de abono. Media entrada.

Más brillante y meritoria resultó la solución dada a la segunda papeleta. Con este toro, el de más trapío del encierro, ya demostró el torero su buena técnica con el capote, saliéndose con él para afuera y llevándolo con mando y aguante. En la hora del muleteo, el murciano empezó tomándolo por bajo sometido y con largura, y enseguida pasó a centrarse con la mano derecha, en tandas que fueron de menos a más. A base de dejarle la muleta en la cara y buscarle las vueltas y los terrenos adecuados consiguió embeberlo en el engaño. Terminó el trasteo con coraje y muy entregado, con rodillazos y desplantes.

Una buena tarde del torero murciano, al que parece que le ha entrado en la cabeza la técnica lidiadora.

Emilio Muñoz empezó bien y con ánimo su labor y terminó apagado y con desgana. Su primer antagonista cabeceaba con exceso y se cayó hasta tres veces durante la faena, a pesar de que el sevillano lo llevó a media altura. Construyó el trasteo con clásicas maneras en el cite y la ejecución, con la suerte muy cargada, sobre todo en los naturales. Un molinete muy trianero y un afarolado levantaron ruidoso palmoteo. En suma, faena desigual, con algunos momentos brillantes.

El cuarto fue un toro serio, flojísimo de remos. Inválido y gazapón en la última etapa, Emilio intentó sin poder y terminó trasteando por la cara. Muy mala suerte ha tenido Uceda Leal en el sorteo. Los dos garbanzos negros de la corrida fueron para él. Hubo un tercer toro con cuajo, al que costó picar y que entraba al engaño rebrincado, mirón y probando la embestida. Lo aguantó Uceda con mucho valor, pero el morlaco fue empeorando y terminó imposible, sobre todo por el pitón izquierdo.

Toreó Uceda de salida al sexto con verónicas artísticas y sentidas. Luego, la invalidez y mansedumbre del toro impidieron el lucimiento. Se arrimó mucho Uceda, y consiguió una faena de pases cortos y de innecesario riesgo, porque el toro no valía un euro.

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