Alemania y Francia rehacen su alianza sobre financiación de la UE

La recomposición del eje franco-alemán fue el único logro de la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrada ayer en el castillo de Petersberg (cerca de Bonn). El canciller Schröder cedió en su propuesta de aumentar el gasto agrícola con una cofinanciación de cada país, lo que Francia consideraba inaceptable. El peligro se centra ahora en que las rebajas afecten a los fondos estructurales y al Fondo de Cohesión, que España rechaza frontalmente. El presidente Aznar propuso crear un fondo para los países que acogen más refugiados balcánicos, con el objetivo de compensar a Alemania.

El canciller Schröder intentó que de la cumbre informal saliera al menos una base de acuerdo para poder cerrar dentro de un mes, en la cumbre de Berlín, la agenda presupuestaria para el periodo 2000-2006. Logró primero imponer el criterio de que Alemania asume un coste excesivo en el presupuesto de la UE. Consiguió después atraerse el apoyo de Francia desautorizando a su propio ministro de Agricultura, que debe cerrar el próximo martes el espinoso recorte de los gastos agrícolas. El presidente francés, Jacques Chirac, y el primer ministro, Lionel Jospin, afirmaron que habrá acuerdo "si se rechaza la cofinanciación de la Política Agrícola Común". Francia acepta el recorte del gasto, pero no que cada país pague una parte. Para los países del Sur, este eje franco-alemán plantea la amenaza de un recorte de los fondos estructurales y del Fondo de Cohesión. España podría perder 1.200 millones de euros (200.000 millones de pesetas anuales). El presidente Aznar reconoció "el problema alemán" y contraatacó con la propuesta de crear un fondo de 3.000 millones de euros para los países que acogen refugiados balcánicos, en especial Alemania.