La Diputación de Vizcaya acepta estudiar la variante de Rekalde

La Diputación de Vizcaya ha aceptado, tras una década de reivindicaciones del Ayuntamiento de Bilbao y los vecinos, la construcción de la variante del barrio de Rekalde, un proyecto de 19.000 millones de pesetas (114 millones de euros). La obra no tiene financiación ni fecha concreta. De hecho, en el I Plan de Carreteras del territorio, que tiene vigencia hasta el año 2016 y se aprobará en abril, carece de un calendario de obras. El diputado foral de Obras Públicas, José Félix Basozabal, aseguró ayer que la inclusión de la variante en el plan supone "que decimos que técnicamente se puede construir" y acerca posturas con el Ayuntamiento de Bilbao sobre el proyecto de accesos a la capital, que durante casi toda esta década ha originado múltiples controversias entre ambas instituciones. "Se acepta la viabilidad de la variante de Rekalde y con ello acercamos posturas con el Ayuntamiento, con quien siempre hemos tenido discrepancias", señaló Basozabal. El diputado vizcaíno admitió que la construcción de esta variante "se sale económicamente del horizonte del plan [general de carreteras], pero se reconoce una esperanza al vecindario de Rekalde, que tanto ha demandado esta actuación". Incluido en el PGOU Este proyecto figura en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Bilbao, aprobado en 1994, y supone la eliminación del actual viaducto que conecta el barrio con el resto de la ciudad. El elevado coste de la variante se debe a la construcción de un túnel que entra a la altura del polideportivo del Fango y que conectaría con la autopista A-8 a la altura del barrio de Basurto. El acercamiento de posturas entre la Diputación y el Ayuntamiento bilbaíno se ha producido, además de la variante de Rekalde, en el adelanto de las obras del derribo del vial de Sabino Arana, el acceso más transitado a Bilbao con casi 55.000 vehículos diarios. La Diputación pretendía acometer esta obra a partir del año 2005 y al final los trabajos comenzarán en el año 2003, según el documento del Plan General de Carreteras. Las carpetas de este plan fueron entregadas ayer oficialmente por Basozabal al presidente de las Juntas Generales, Aitor Esteban, quien vaticinó que la aprobación definitiva del pleno de la Casa de Juntas de Gernika se producirá en abril. En ese mes se procederá a la disolución de la Cámara, ante la convocatoria de elecciones para el 13 de junio. El plan foral [ver EL PAÍS del 18 de febrero] prevé un total de 192 obras en casi 330 kilómetros de carreteras y una inversión de 330.000 millones de pesetas. El documento ha aceptado 56 de las 214 propuestas presentadas en el periodo de alegaciones, entre las que destaca la construcción para 2008 de un tercer carril en la A-8, entre Santurtzi y el límite con Cantabria, y la supresión del peaje previsto en el túnel de Kanpazar.