Un juez turco comunica a Ocalan que puede ser condenado a la horca
Con la solemnidad de la antigua justicia otomana y por primera vez desde su rocambolesca captura en Nairobi hace ocho días, un magistrado turco le indicó ayer al líder de la guerrilla kurda el camino que lleva a la horca. Abdalá Ocalan, que ha dirigido desde hace 15 años una sangrienta rebelión independentista contra el Gobierno de Ankara, quedó formalmente detenido y procesado en la cárcel de Imrali bajo la acusación de "traición".
En esa misma isla del mar de Mármara será previsiblemente juzgado Ocalan a mediados de abril -en la recta final de la campaña de unas elecciones generales marcadas ya por un exagerado nacionalismo-, y, casi con total seguridad, condenado a muerte. El nuevo Parlamento surgido de las urnas tendrá que decidir si el líder kurdo es conducido al patíbulo, que no ha funcionado en Turquía desde 1984, o arrojado a una celda de por vida.Los fiscales del Tribunal de Seguridad del Estado (jurisdicción especial antiterrorista) de Ankara tienen ahora un mes para ratificar los cargos de traición, separatismo y terrorismo en una acusación o procesamiento formal. Luego vendrá el turno de los abogados del jefe de filas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que hasta ayer no habían podido mantener el primer contacto con su cliente para elaborar los argumentos de su defensa durante las próximas dos semanas. La vista se abrirá inmediatamente después en un pabellón del penal de Imrali ante la Sala Segunda del Tribunal de Seguridad del Estado, uno de cuyos tres jueces es un oficial del cuerpo jurídico del Ejército.
El canal privado de televisión NTV mostró al mediodía de ayer imágenes de los 15 abogados de Ocalan en el puerto de Mundaya, cuando se disponían a embarcar hacia la isla de Imrali, escoltados por la policía mientras eran insultados y abucheados por trabajadores portuarios y marineros, quienes zarandearon también a dos de los letrados, en su mayoría miembros de organizaciones de defensa de los derechos humanos de Estambul, Esmirna y Diyarbakir.
El juicio a Ocalan, para el que han sido dispuestas medidas extraordinarias de seguridad en la isla de Imrali, vaciada de toda su población carcelaria y declarada zona prohibida, se pone así en marcha en medio de una completa opacidad, apenas traspasada por las filtraciones de los servicios secretos turcos. El diario Hurriyet reproducía ayer nuevas declaraciones atribuidas al detenido, según las cuales, durante su interrogatorio policial, ha suplicado que no se le condene a muerte, al tiempo que afirmaba cosas de este tenor: "Diré todo lo que sé, estoy dispuesto a cooperar, me arrepiento de lo que he hecho", "Italia nos dio [a la guerrilla del PKK] minas antipersonas; Checoslovaquia, armas, y Suráfrica, misiles (...), y Armenia nos cedió campos de entrenamiento".
Disturbios y censura
A pesar de las octavillas supuestamente lanzadas por helicópteros militares en el sureste del país llamando a la rendición al PKK, los combates se han cobrado la vida de 14 guerrilleros entre el domingo y el lunes en las provincias de Siirt y Sirnak, según las autoridades que controlan el estado de excepción en el Kurdistán turco. La prensa extranjera tiene prohibido el paso a esa zona, pero los periodistas locales han hecho llegar hasta Ankara informes sobre la manifestación en favor de Ocalan que se produjo ayer en Diyarbakir, la capital de la región, en la que un policía resultó herido de un disparo. Las mismas fuentes dan cuenta también de numerosas detenciones. En Estambul, entretanto, se suceden todas las noches disturbios marcados por el lanzamiento de cócteles mólotov en barrios habitados por kurdos.
El Gobierno turco, que sigue aumentando el tono de sus amenazas hacia Grecia y habla ya de "medidas de autodefensa" contra "un país que da cobijo al terrorismo", reitera a diario sus garantías de que Ocalan tendrá un juicio justo. De hecho, la estancia del líder kurdo en la cárcel está siendo permanentemente grabada en vídeo con la intención de poder demostrar que no ha sufrido torturas, según revelan fuentes periodísticas de Ankara, que también apuntan a que el estado de salud del detenido se ha deteriorado en los últimos días.
Por su parte, el Tribunal Europeo de Derechos del Hombre demandó ayer al Gobierno de Ankara información sobre las condiciones de detención de Ocalan. Además pidió a Turquia que responda rápidamente a una cuestión sobre las condiciones de acceso de Ocalan a sus abogados. El Tribunal, dependiente del Consejo de Europa, estudia varias demandas de Ocalan contra Turquía.
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