600 arqueólogos analizan en un congreso la evolución humana a través de los yacimientos

El conocimiento sobre la evolución humana adquirido mediante el estudio de los yacimientos arqueológicos y sus repercusiones culturales y sociales centran el XXV Congreso Nacional de Arqueología que reunirá del 24 al 27 de este mes a cerca de 600 expertos en la materia. Antonio Beltrán, secretario del congreso organizado por el Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia, manifestó en la presentación de éste que la arqueología ha experimentado "una revolución" en los últimos diez años debido a la aplicación de las nuevas tecnologías, "sobre todo en el campo de la datación, con pruebas como el carbono 14, que permite fechar el objeto con toda exactitud".

Pero al mismo tiempo, esta ciencia corre el peligro de deshumanizarse al olvidarse de su verdadero fin, que tiene que basarse "en el análisis crítico y reflexivo", añadió Beltrán, catedrático emérito de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza. Uno de los mayores problemas con que se enfrenta en la actualidad la arqueología es la conservación de los hallazgos. "Los arqueólogos decidimos qué debe conservarse y qué no, así como qué objetos poseen un valor histórico, pero la Administración es la responsable de la conservación", dijo Beltrán, según Efe. No es casual que el encuentro se celebre en una ciudad como Valencia (en el Palacio de Congresos), que tiene un gran número de yacimientos arqueológicos, lo que provoca los consiguientes problemas sobre su conservación. Además, el congreso será también un homenaje a los 60 años de trayectoria del Servicio de Investigación Prehistórica. "El congreso conjuga el interés académico y científico con la vertiente social", comentó, por su parte, el diputado de Cultura, Antonio Lis. Mientras, la Generalitat Valenciana ha decidido ejercer su derecho preferente y adquirir la finca de Morella La Vella que incluye ricos yacimientos arqueológicos y diversos abrigos con pinturas rupestres de interés que forman parte del conjunto de Arte Rupestre Levantino, recientemente declarado Patrimonio de la Humanidad. Esta finca de 140 hectáreas fue comprada por un particular en subasta pública el 8 de febrero, por un importe de 28 millones de pesetas, pero la Administración autonómica ha decidido ejercer el derecho de retracto por el mismo precio de remate. Paralelamente, el Ayuntamiento de Morella había iniciado medidas de protección de la finca que incluían un proyecto de creación de un museo, entre otras. La parcela está asentada en estratos geológicos del periodo cretácico y cuenta con una antigua masía y restos ibéricos, de la Edad del Hierro y medievales.