Cien empresas ayudarán a rehabilitar los edificios y espacios degradados de Montserrat
Montserrat ha encontrado la solución para rehabilitar buena parte de los deteriorados edificios del monumental conjunto en la empresa privada y la sociedad civil. Ni la comunidad benedictina ni la empresa que gestiona los servicios de restauración y tiendas de la montaña se veían capaces de asumir inversiones que pueden superar los 3.000 millones de pesetas, ni confiaban en las aportaciones de la Administración, que era la política de los últimos años. A través de la Fundación Abadía de Montserrat 2025, cien empresas participarán en la recuperación de edificios y espacios degradados de uno de los grandes centros de culto de Europa y un poderoso foco de atracción turística de Cataluña.
Por el hecho de ser un centro de primer orden religioso y turístico -recibe 2,5 millones de visitantes cada año-, la empresa de licores de la Agrícola Regional, los restaurantes y hoteles y el concurrido aparcamiento han dado a Montserrat una imagen de riqueza que no se corresponde con la realidad de una comunidad y una empresa de gestión "que se ve con incapacidad financiera para hacer frente a tal volumen de obras", según Josep Sinca, director general de la fundación. En julio de 1997 se constituyó la Fundación Abadía de Montserrat 2025, que tiene como objetivo conseguir que para la celebración del milenario del monasterio, coincidiendo con el primer cuarto de siglo del próximo milenio, el conjunto de edificios y servicios que se ofrecen desde la montaña se encuentren en plena sintonía con la época. Durante un año y medio, los responsables de la fundación han explicado su proyecto a una infinidad de empresarios, entidades y colectivos y han conseguido el compromiso de un centenar de ellos. Hoy, la fundación les reunirá y el monasterio les abrirá las puertas en una jornada que finalizará con la inauguración de la nueva iluminación de la fachada exterior del monasterio, del campanario y de la plaza de Santa Maria. Los dirigentes de los principales bancos y cajas de Cataluña, algunos de los presidentes de los colegios profesionales, los directivos de compañías de seguros y varias de multinacionales, entre otras muchas instituciones y empresas, se han involucrado en el proyecto. El reconocimiento a los 100 primeros colaboradores figurará en un directorio colocado en el claustro gótico de Montserrat. Montserrat ha reformado en los últimos años su principal valor, la basílica, pero alrededor de este significativo edificio hay construcciones que precisan de una intervención urgente. Montserrat desearía convertir el edificio de Nuestra Señora, una puerta de acceso al conjunto, en un centro de acogida religioso, cultural y social. Este proyecto, redactado por el consejero del Centre Pompidou, en París, Claude Pecquet, tiene un presupuesto de 1.500 millones de pesetas. Se trata de reconvertir un edificio de celdas que está sin uso. En un futuro albergará un museo sobre la historia de Montserrat, otro de historia natural, basado en un herbolario único, y diversas exposiciones y salas de acogida para introducirse en el mundo montserratino. Pero la prioridad es invertir 400 millones de pesetas en reformar el edificio de la Escolanía, la casa que alberga a los 48 jóvenes cantores integrantes de la escuela de canto infantil más antigua de Europa. El edificio ha quedado obsoleto y más aún desde la entrada en vigor de la reforma educativa. La reforma del edificio de seis plantas se iniciará el próximo verano, lo que obligará a trasladar a los jóvenes a otro edificio durante un año. La inversión, según el proyecto del arquitecto Antoni Ubach, es de 400 millones. Entre las obras inmediatas se encuentra la intervención en las plazas exteriores que se encuentran sobre el edificio de la Anunciata y un aparcamiento. Las plazas tienen unas importantes goteras que han deteriorado las vigas de hierro del techo y han obligado a colocar gatos hidráulicos para garantizar la estabilidad del edificio. La inversión, en este caso, es de 250 millones de pesetas. Montserrat pesa en Cataluña y la fundación ha tenido una respuesta positiva por parte de la sociedad civil y del entramado empresarial. La pretensión de Sinca, que es la de la comunidad, es que toda la intervención que se realice esté de acuerdo con la imagen de recogimiento, de acogida y de paz que ofrece Montserrat.
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