Arregi constata la desorientación del nacionalismo en Euskadi

El nacionalismo democrático se halla inmerso en un difícil debate interno para definir el modelo de sociedad que ofrecer a los vascos de cara al nuevo milenio, según reconoce el parlamentario del PNV Joseba Arregi. "No existe quiebra, pero sí desorientación política", según declaró ayer el exconsejero vasco de Cultura a CNN+.El político guipuzcoano pone así de relieve la discusión interna suscitada a raíz del acuerdo de gobierno entre los partidos nacionalistas (PNV, EA y EH) que será hecho público próximamente. Arregi, uno de los principales defensores de la apuesta Guggenheim para la modernización de Bilbao, describe que en el interior del nacionalismo existe una falta de concreción al apostar por un modelo de sociedad concreto. "Por un lado", indica, "existe una realidad estatutaria que ha creado un Parlamento, un Gobierno, un lehendakari; que se quiere defender", aunque se manifieste la insatisfacción y se reivindiquen mayores cotas de autogobierno.

Para Arregi, el debate principal en el nacionalismo democrático se da en la diferenciación entre lo que es el proceso de paz y el modelo de sociedad. Así se muestra contundente a la hora de afirmar que "la paz exige a los dirigentes políticos gran capacidad de diálogo". Pero agrega rotundo que "no se puede pretender que el modelo de sociedad vasca se adecue a quienes han andado por el camino de la violencia. Y esa diferenciación tiene que hacerla el nacionalismo democrático".

En la entrevista, el dirigente peneuvista apunta que los constitucionalistas deben "moverse" en sus tradicionales interpretaciones del concepto de soberanía: "Todos sabemos que en 1999 la soberanía española reside en las Cortes, en una pequeña parte en el Parlamento de Vitoria, en Bruselas, en el FMI,... Por eso debe contemplarse más como reglas de convivencia que como soberanía en sí".