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Bin Laden financia grupos armados islámicos en el Magreb, según la confesión de un extremista argelino

El multimillonario árabe de origen saudí Osama Bin Laden, a quien Estados Unidos culpa de los atentados a sus embajadas en Nairobi y Dar Es Salam, ha irrumpido en la escena política magrebí, donde financia varios grupos islamistas radicales que predican la Yihad (guerra santa).Uno de los acusados en el juicio que se celebra estos días en la localidad argelina de Tizi Uzu contra un grupo armado, Mohamed Berrached, ha declarado ante el tribunal que Bin Laden financió la creación del Grupo Salafista de la Predicación y el Combate (GSPC), liderado por Hasan Hatab, y que opera en las regiones del centro y el Este desde hace algo menos de un año contra objetivos esencialmente militares del régimen de Liamin Zerual. El islamista Berrached ha afirmado que él mismo escuchó repetidas veces a Hatab hablar con Bin Laden por el teléfono vía satelite, medio este muy utilizado por los maquis terroristas que operan en el mundo islámico.

La irrupción de Bin Laden en la escena magrebí tiene al parecer como objetivo "ofrecer una mejor imagen de la Yihad", fuertemente desacreditada por las masacres de civiles inocentes cometidas en Argelia por los comandos del Grupo Islámico Armado (GIA), formación de la que salió el propio Hatab tras una escisión producida en la primavera pasada.

El Grupo Salafista de Hasan Hatab estaría en contacto con formaciones islamistas radicales de objetivos semejantes que se han constituido en otros países del Magreb, según un informe de los servicios de espionaje occidentales destinado a varios Gobiernos de la Unión Europea al que ha tenido acceso El PAÍS.

El Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes (GICM), conocido también como Movimiento Islámico Marroquí, que se constituyó en varios países europeos a principios de 1990, ha recibido un nuevo impulso con el apoyo de Bin Laden y se cuenta entre los homólogos del GSPC. Este grupo marroquí contaría, según fuentes occidentales, con un centenar de miembros activos y medio millar de simpatizantes procedentes en su mayoría del Rif marroquí y de la zona fronteriza con Argelia, y sus bases europeas se localizan en Italia, Bélgica y Reino Unido, país este último en el que reside su líder, Mohamed El Guerbuzi.

El Grupo Islámico de Combatientes Libios, hostil al régimen populista de Muammar el Gaddafi, y el Frente Islámico tunecino, ambos en estrecha relación con la Gamaa Islamiya egipcia, cuyo líder espiritual es el jeque Abdul Rahman, y con la Yihad egipcia, también se encuentran en la órbita del extremismo islamista que predica la guerra santa. Todas estas formaciones estarían vinculadas con el movimiento Al Qaida, la red internacional terrorista financiada por Osama Bin Laden, y forman parte del Frente Islámico Internacional creado por el millonario saudí en febrero de 1998.

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