La distorsión de Sonic Youth interrumpe la semana de carnaval
El sonido apesadumbrado y ruidoso de Sonic Youth ha influido en el rock de los noventa y en el origen del grunge y el noise. Aunque su influencia se ha diluido con el devenir de otras tendencias, es aún una banda importante y su presencia en Madrid esta semana constituye uno de los primeros atractivos. Mercury Rev, también norteamericanos, han llegado a más, pero tocan en una sala más pequeña. The Sunflowers y Undershakers representan al pop-rock patrio en unos días de transgresión flamenca con Tabletom y Pedro Ojesto. La gaita de Hevia está de moda y su fulgurante ascensión llega hasta el Palacio de Congresos. Al tiempo, hay jazz con La Baronne y Paula y Vlady Bas, y regresa un viejo rockero maldito: Kevin Ayers.- Alternativos. Tras casi 20 años de carrera es difícil seguir etiquetando al cuarteto neoyorquino Sonic Youth de alternativo, pero lo cierto es que su irrupción dio origen a todo un movimiento musical independiente en contraposición del rock más establecido. En A thounsand leaves, su trabajo número 14, intentan nuevas experimentaciones que, como siempre, resultan más pesadas en disco que en directo. Se ha dicho de ellos que su música se entenderá mejor cuando pasen muchos años, como sucedió con el mítico The Velvet Underground. Puede que a sus paisanos Mercury Rev les pase igual. De momento, sorprenden por ese extraño sonido que han añadido a su sórdido rock: es el del theremin, el instrumento que se utilizaba en las películas de marcianos de los años cincuenta. Deserter"s song es el disco que presentan en Caracol.
De Mallorca llega The Sunflowers, grupo con chica al frente que empieza una carrera prometedora al amparo de una gran compañía y recomendado por los madrileños Dover. Canciones de chispa pop con letras fáciles, aunque estén en inglés. Su debú multinacional se llama Inside out. Lo de las asturianas Undershakers es más garajero, pero igual de efervescente. Ahora es el grupo revelación del mundillo indie.
- Jazz. El Central dedica toda la semana a La Baronne, el proyecto de la espléndida cantante Sylvie Cobo. Construye sus propias canciones apoyándose en su batería y puede sonar a clásica del jazz como a Edith Piaf o a la rockera Nina Hagen. En la Fídula, Paula y Vlady Bas dedicarán tres noches a recordar a la gran Betty Carter, maestra suprema de la improvisación vocal que cantó junto a Lionel Hamptom, Miles Davis o Dizzy Gillespie.
- De autor. El maño Joaquín Carbonell, famoso en los setenta por cantar a la redondez de la peseta, vuelve con Tabaco y cariño tras unos cuantos años dedicado al periodismo en Zaragoza. A medio camino entre Aute y Sabina, Carbonell canta a la cotidianidad. Tontxu desgrana su reciente Corazón de mudanza en un nuevo local ganado para la música: Dinky Di, un bar australiano en mitad del nuevo centro comercial Equinoccio, de Majadahonda. Amaral y Javier Bergia inauguran en el Teatro de Comisiones Obreras el nuevo ciclo que todos los años el Ateneo 1º de Mayo dedica a los cantautores y que ahora se llama Cantando a la luz de la luna, pues se celebra de noche, y no por la mañana, como antes.
- Atrevidos. Tabletom se atreve a subvertir el flamenco con una voz que recuerda más a un rockero aguardentoso que a un cantaor. Su concepción del rock con influencia andaluza se manifiesta tanto en La parte chunga, su último disco, como en apoyar a grupos como Recortaos, un proyecto paralelo que presentará en sus dos actuaciones madrileñas.
El asturiano Hevia se ha atrevido a fabricar la gaita electrónica y con ella está revolucionando el sonido del instrumento. Tierra de nadie es el disco que le está consagrando y que le lleva a un gran escenario. Pedro Ojesto lleva su piano hacia el nuevo flamenco, tras haber trabajado con artistas como El Bola, Jorge Pardo o Agustín Carbonell. Se estrena con Lo mejor que tengo.
Acheréson ofrecen un espectáculo que aúna la poesía de Nicolás Guillén con canciones y bailes tradicionales de Cuba.
Raúl tocó la batería con Los Planetas, pero ahora afronta un proyecto vanguardista bajo el nombre de Supercinexcene: tecno nacional con miras al mundo. En una onda similar, Joxan Goikoetxea y Juan Mari Beltrán mezclan música vasca con electrónica.
- El maldito. Brian Eno, Jimmy Hendrix o Nico han compartido escenarios con Kevin Ayers, un viejo rockero que se dedicó a la vida bohemia. Vuelve reciclado para darle al rhythmn and blues con la fuerza de un viejo apasionado.
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