Asesinado un taxista de un tiro en la cabeza en Paracuellos del Jarama
La mampara de seguridad estaba bajada cuando disparó el homicidaEl delegado del Gobierno ordena controles policiales en la calle para garantizar la seguridad
El taxista Rafael Martínez Bernabéu, de 52 años (sólo siete de ellos en la profesión), murió ayer de madrugada asesinado de un tiro en la cabeza. Su jornada de trabajo terminó abruptamente a las 3.30, cuando paró su vehículo frente a un centro de formación del Inem situado en las afueras de Paracuellos del Jarama, a 16 kilómetros de la capital y a 31 de Alcorcón, municipio en el que residía el taxista. El último cliente de Rafael Martínez le disparó a bocajarro desde el asiento trasero. En la acción, el criminal se manchó la mano con la sangre de su víctima, según explicaron ayer fuentes policiales.
La mampara de seguridad del vehículo (eléctronica, la más moderna del mercado) se encontraba bajada, una circunstancia sorprendente y de difícil explicación.
Los investigadores piensan que la falta de protección ante un posible atraco pudo deberse a que el taxista condujo confiado sin adivinar el peligro que viajaba, armado, en el asiento trasero.
De ese lugar le llegó la bala del calibre 9 milímetros que le entró por el occipital derecho y le salió por el parietal izquierdo, reventándole la cabeza y rompiendo la ventanilla de la puerta delantera izquierda de su vehículo.
Después de tirotear al conductor, el homicida salió del coche por la parte trasera y abrió la puerta delantera derecha, en cuyo tirador dejó rastros de sangre, según la reconstrucción de los hechos que hicieron ayer distintos responsables de la Guardia Civil.
Los investigadores creen que el robo pudo ser el móvil que desató el crimen de Paracuellos del Jarama. Pero el asesino huyó, quizás asustado por su acción, y no tocó el cajetín donde Rafael Martínez guardaba las monedas para dar el cambio a los clientes, ni robó las 5.000 pesetas que llevaba el taxista en su cartera, según explicó ayer el Delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades. La escapada de urgencia y sin botín pudo deberse, según fuentes próximas a la investigación del caso, a los ladridos de los perros del centro ocupacional del Inem, que consiguieron ahuyentar al homicida.
La última carrera que nunca podrá cobrar el taxista Rafael Martínez ascendía a 2.700 pesetas (eso es lo que marcaba el taxímetro). Por ese dinero y a esas horas se pueden recorrer unos dieciséis kilómetros, según explicaron ayer los representantes de tres asociaciones de taxistas: es el dinero justo para llegar desde la plaza de Castilla o desde la calle de María de Molina a Paracuellos del Jarama (un municipio situado al norte, próximo al aeropuerto de Barajas), las dos posibilidades que barajaron ayer los profesionales del sector.
Los conductores se apoyaban para hacer esta conjetura en que el taxista asesinado llevaba iluminado el número 3 del indicador del techo (correspondiente a un viaje por los municipios de la segunda periferia) cuando estacionó con su Volkswagen Passat M-0844-SC junto al centro del Inem.
Allí lo encontró un vigilante, herido de muerte, con el motor de su coche parado y las luces encendidas.
Más controles
Las asociaciones del taxi convocan un paro de 12 horas en apoyo del conductor asesinado
Pedro Núñez Morgades ordenó ayer que se intensificasen los controles en los puntos "más conflictivos de la capital", en especial los poblados marginales de venta de droga, para garantizar la seguridad de los taxistas. "Estos controles consistirán en parar al taxi y pedir la documentación a los pasajeros. También se le preguntará al conductor si tiene algún problema", explicó el delegado del Gobierno. Para encontrar al homicida de Paracuellos, la Guardia Civil centraba ayer sus pesquisas en averiguar el punto exacto del que partió Rafael Martínez Bernabéu. El teniente coronel Tomás Navarro solicitó ayuda a los taxistas para que facilitaran datos relacionados con el suceso. Para ello, ha puesto a su disposición el número de teléfono 91 803 72 22. "Sabemos que era una persona que llevaba poco tiempo [siete años] en la profesión y que no solía parar a cenar o a tomar un café con otros compañeros. Eso nos dificultará un poco la investigación", señaló Navarro. Además, el coche carecía de pegatinas o de señales que le hicieran reconocible desde el exterior; sólo lleva un escudo del Real Madrid en la parte trasera. La Guardia Civil ha destinado cuatro grupos de la Brigada Judicial (26 agentes) para buscar al autor del crimen.
Las asociaciones del taxi convocaron ayer un paro de 12 horas (de medianoche a mediodía de hoy) "como expresión de dolor por la acción criminal y en apoyo fraterno a los familiares de la víctima". Durante este periodo sólo funcionarán los vehículos dotados con emisoras, que atenderán servicios de urgencia para hospitales, farmacias o similares.
"Pedimos a todos los profesionales del taxi que acudan al entierro de Alcorcón como muestra del dolor que nos invade", señaló ayer Eladio Núñez, presidente de la Asociación Gremial del Taxi, colectivo al que pertenecía Rafael Martínez.
El delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades, reaccionó de urgencia tras conocer el crimen. A primera hora de la mañana convocó una reunión con las tres asociaciones de taxistas de la región, y el concejal de Seguridad de Madrid, José Ignacio Echeverría. También acudieron los mandos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, un representante de la Federación Madrileña de Municipios y otro de la Consejería de Economía. Núñez Morgades lamentó "el triste suceso" y solicitó la colaboración de los taxistas para esclarecer el crimen.
Anunció el delegado que se creará una comisión de seguridad del taxi donde estarán representados los tres colectivos de los taxistas, la Federación Madrileña de Municipios, los cuerpos de seguridad del Estado y el Ayuntamiento de Madrid.
La primera reunión (se convocará una cada tres meses) se celebrará mañana en la Delegación del Gobierno. También se ha creado un grupo de trabajo para tratar los temas de seguridad del taxi.
El presidente de la Federación del Taxi, Juan Sánchez, lamentó el suceso y pidió "un mayor compromiso de las administraciones" para mejorar la seguridad de los profesionales del taxi. "Desde la serenidad y la responsabilidad, vamos a pedir que se pongan todas las soluciones posibles para que no se repita", señaló Sánchez.
El representante de UGT, Antonio Rivera, apostó por adoptar un sistema de control similar al de Canarias, que consiste en instalar un localizador en el coche que, conectado con el teléfono de emergencias 112, permite conocer la ubicación exacta de cada vehículo para poder prestarle auxilio inmediato.
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