_
_
_
_

Los investigadores apoyan a Fabius en el juicio de la sangre contaminada

Los afectados denuncian a los expertos por "falso testimonio"

Los investigadores franceses pioneros en la lucha contra el sida, Luc Montagnier, Willy Rozembaum, Michel Setbon y Françoise Barré-Sinoussi, no creen en absoluto que los tres ex ministros procesados en el caso de las transfusiones de sangre contaminada puedan ser responsables de la infección masiva que costó centenares de muertos. Lejos de eso, sus testimonios han reforzado notablemente las tesis de la defensa, particularmente la que pone el acento en las lagunas médicas existentes en la época en cuestión, principios y mediados de los ochenta, sobre la naturaleza y los efectos de la epidemia. En su testimonio ante el Tribunal de Justicia de República, el profesor Rozembaum llegó incluso a afirmar que él mismo juzgó "precipitada" la decisión adoptada por el Gobierno el 19 de junio de 1985 de aplicar análisis sistemáticos de sangre a los donantes.

El científico afirmó que, frente a la indiferencia general sobre el problema del sida existente, a su juicio, a principios de los ochenta, la Dirección General de Sanidad francesa mantuvo una actitud receptiva, manifestada en la circular del 20 de junio de 1983, que aconsejaba evitar las donaciones de sangre de los reclusos y otros grupos de riesgo. "Para mí fue una cierta satisfacción ver que mis consejos habían sido seguidos", dijo, antes de atribuir a los mismos médicos y responsables de los hospitales la responsabilidad por no haber respetado las instrucciones dictadas por la Administración sanitaria.

Tal y como se puso de relieve en la primera jornada del juicio, el martes, seis meses después de esa circular, la Dirección General de Política Penitenciaria cursó a las prisiones directrices para "incrementar" las donaciones de sangre, una práctica que facilitaba a los reclusos la reducción de condena.

A lo largo del proceso, y con anterioridad, no pocos analistas han aludido a la resistencia existente entre los médicos y en otros muchos colectivos a aplicar criterios de selección en los donantes de sangre para no incurrir en lo que se consideraba un peligro de discriminación. "En 1995 considerábamos que el riesgo de contaminación por transfusión de sangre era sólo del 1%", indicó el investigador Willy Rozembaum.

Frente a la acusación principal que recae sobre el ex jefe de Gobierno Laurent Fabius, la de haber retrasado deliberadamente la comercialización de la prueba estadounidense Abbott para favorecer así al de la firma francesa Pasteur, entonces en preparación, el investigador señaló que a finales de 1984 y principios del 1985 los expertos se encontraban desconcertados por el gran número de "falsos negativos" y "falsos positivos" de las pruebas.

La totalidad de los científicos convocados como testigos atribuyeron la contaminación masiva de sida a la insuficiencia de los conocimientos científicos, al deficiente cumplimiento de las instrucciones y también, caso de Luc Montagnier, a la centralización excesiva de la Administración francesa. "Con otro tipo de organización habríamos ganado, quizá, varias semanas", indicó. Los testimonios de los investigadores cayeron como un jarro de agua fría entre las asociaciones de víctimas, que anunciaron su intención de presentar una denuncia por "falso testimonio" contra Montagnier. Asimismo, la Asociación Francesa de Hemofílicos y la Asociación de Transfundidos anunció una denuncia similar contra Rozembaum por "difusión de informaciones falsas".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_