Solana acusa a Serbia de poner obstáculos a la negociación de Rambouillet sobre Kosovo

El secretario general de la OTAN, Javier Solana, lanzó ayer un claro mensaje de advertencia al Gobierno serbio en vísperas de la trascendental reunión que los países del Grupo de Contacto (EEUU, Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) mantendrán mañana en París, en un intento de forzar un acuerdo político que ponga fin a la guerra en la provincia de Kosovo. "En Rambouillet tenemos dificultades muy serias con la parte serbia. La delegación kosovar, en cambio, ha dado pruebas hasta ahora de una actitud mucho más constructiva", manifestó Solana.

Solana, quien se encuentra en Canadá dentro de su gira por los países de la Alianza, descalificó la firma "unilateral" por parte de la delegación serbia de los puntos del preámbulo (y no la totalidad) de la propuesta puesta sobre la mesa por el Grupo de Contacto. "Es un juego obstruccionista que no podemos aceptar", indicó.El rechazo serbio a la posibilidad de que los kosovares puedan convocar un referéndum de autodeterminación tras un periodo de tres años de autonomía ha arrastrado la negociación a un punto crítico que desfigura los avances conseguidos en la mayor parte de la propuesta política, en la que se articula el proceso autonómico y los niveles de autonomía.

El tono de las voces se elevó ayer notablemente, y no sólo en el campo de las potencias occidentales. A los 200 manifestantes serbios que se presentaron en Rambouillet, a sólo 50 kilómetros de París, para proclamar que Kosovo es Serbia sin dejar de vitorear a su jefe, el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, se sumaron las descalificaciones que el presidente serbio, Milan Milutinovic (un adlátere del hombre fuerte yugoslavo), vertió sobre el papel desempeñado por los mediadores internacionales que tratan de engastar este complicado acuerdo.

"Todo depende del Grupo de Contacto y de que dejen de proteger a sus protegidos", señaló Milutinovic, para insistir a continuación que los protegidos albanokosovares deben, antes de nada, suscribir los 10 puntos del protocolo.

Según fuentes diplomáticas, el tono empleado por el presidente serbio se corresponde punto por punto con el que empleó en la víspera durante un tenso encuentro cara a cara con el ministro de Exteriores británico, Robin Cook.

La situación resulta tan comprometida que los países que forman el Grupo han pospuesto hasta una ocasión más propicia la presentación a las partes del anexo militar, que fija el nivel de desarme de los contendientes y da cuenta del despliegue de fuerzas internacionales destinado a proteger un eventual proceso autonómico.

La reunión del Grupo de Contacto, prevista para mañana, contará finalmente con la participación de la secretaria de Estado norteamericana, Madaleine Albright. Si hay que atenerse a sus propias palabras -hace unos días afirmó que sólo acudiría a la capital francesa en el caso de que existieran avances significativos-, la presencia de la secretaria de Estado puede interpretarse como un signo de que, pese a todo, los progresos existen y nadie ha dicho su última palabra.