Numerosos municipios afirman que Comas les discrimina en la construcción de geriátricos
El agrio enfrentamiento que el Departamento de Bienestar Social de la Generalitat mantiene con el Ayuntamiento de Barcelona por la falta de geriátricos no es un caso aislado, sino la punta del iceberg de una controversia que salpica a numerosos consistorios, según la Federación de Municipios de Cataluña (FMC). Mientras arrecia la ya denominada guerra de los geriátricos, el PSC presentó ayer la anunciada denuncia contra Antoni Comas por insertar en tres periódicos un anuncio en el que acusaba al consistorio de Barcelona y al ex alcalde Pasqual Maragall de paralizar la creación de residencias.
La Federación de Municipios de Cataluña asegura que el departamento de Antoni Comas se ha convertido en la bestia negra para muchos ayuntamientos, que incluso han llegado a pedir la mediación del Departamento de la Presidencia ante la imposibilidad de dialogar con Bienestar Social. En una ronda de encuestas y consultas a sus 420 ayuntamientos adheridos, la Federación de Municipios de Cataluña ha recopilado un extenso memorial de agravios contra Bienestar Social. Son muchos los consistorios que plantean una queja que en el caso de Barcelona ha sido precisamente el detonante del enfrentamiento entre el departamento y el consistorio: los infructuosos intentos de que Bienestar Social levante nuevos equipamientos para la tercera edad en terrenos municipales ya cedidos, en algunos casos desde hace años. El Ayuntamiento de Barberà del Vallès, que lleva siete años reivindicando la construcción de un centro de día en un solar de la zona de las Torres, ha hecho público un comunicado dirigido "a todos aquellos ayuntamientos que creen que con ceder los terrenos para la construcción de un centro de día se les ha acabado el problema". "Nada más lejos de la realidad", advierte el consistorio, "porque es a partir de la cesión cuando, en nuestro caso, comenzó el verdadero problema". A la "infinidad de gestiones" realizadas por el Ayuntamiento, el departamento respondió "con respuestas evasivas". "En una ocasión [Bienestar Social] nos dijo que los ciudadanos de Barberà utilizaran los centros de día de las poblaciones vecinas porque el equipamiento de la ciudad no era ni es prioritario", señalan fuentes del Ayuntamiento, gobernado por el PSC. La situación de Santa Coloma de Gramenet es similar a la de Barberà: el consistorio -gobernado por el PSC- sigue esperando la construcción de una nueva residencia y centro de día en una finca cedida en 1994. Sant Feliu de Llobregat, con gobierno de IC y el PSC, y Sant Vicenç dels Horts, de signo socialista, también esperan respuesta de Bienestar Social para levantar equipamientos para la tercera edad en solares que se pusieron a disposición del departamento de Comas hace seis años. En el caso de Lleida, el Ayuntamiento acordó la cesión de un mismo solar en tres ocasiones: en el año 1980 lo cedió al Instituto Nacional de Asistencia Social, en 1982 lo hizo al Departamento de Sanidad de la Generalitat y hace nueve años a Bienestar Social. "La residencia acabó construyéndose, pero 48 horas antes de su inauguración nos dijeron por sorpresa que las plazas serían ocupadas por los ancianos que hasta el momento estaban ingresados en un centro de la Diputación, por lo que el nuevo centro no significó la creación de nuevas plazas en la ciudad, sino que resultó ser un fraude", explica la primera teniente de alcalde, la socialista Maria Burgués. En 1995, el departamento de Comas prometió la creación de una nueva residencia para 1998. "A fecha de hoy, todavía no sabemos nada de aquella promesa", asegura Burgués, quien acusa a Bienestar Social de despreciar los intereses de la ciudad. Otro caso considerado "flagrante" por la Federación de Municipios de Cataluña es el de Puigcerdà, capital de una comarca -la Cerdanya- en la que sólo funciona una residencia geriátrica, en Bellver, de capacidad limitada y de titularidad municipal. El alcalde de Puigcerdà, Joan Carretero (ERC), explicó ayer que la respuesta negativa del Departamento de Bienestar Social a las reiteradas peticiones municipales para construir un geriátrico en el municipio ha obligado al Ayuntamiento y a la Fundación Hospital de Puigcerdà a asumir en solitario los 800 millones de pesetas que cuesta el equipamiento. A las puertas de su inauguración, prevista para el próximo mayo, el departamento ha informado al Ayuntamiento de que dentro de un mes anunciará si puede contribuir o no a la financiación de la obra. "Al menos nos queda la esperanza de recibir una respuesta positiva", indicó ayer Carretero. PASA A LA PÁGINA 4
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