El presidente de la Comisión Eléctrica dimite en pleno enfrentamiento con el Gobierno

Miguel Ángel Fernández Ordóñez, presidente de la Comisión Nacional del Sistema Eléctrico (CNSE) desde 1995 y auténtica pesadilla del Gobierno por la dura oposición planteada en los últimos meses a los denominados costes de transición a la competencia de las eléctricas, anunció ayer su renuncia del cargo. La dimisión de Fernández Ordóñez, un año antes de que venza su mandato como presidente y en pleno enfrentamiento con Industria, libera las tensiones que se venían acumulando en los últimos meses entre el órgano regulador independiente que preside y el Ejecutivo. Detrás de la dimisión se encuentran también las discrepancias surgidas en la formación de la Comisión de la Energía.

Fernández Ordóñez comunicó a los vocales de la Comisión su renuncia, con efectos a partir del 9 de abril, en la reunión del consejo de administración celebrada ayer. Según la propia Comisión, Fernández Ordóñez, que mantuvo en los últimos meses duros enfrentamientos con Industria y con las compañías eléctricas por su oposición a las ayudas de 1,3 billones autorizadas por el Gobierno para las empresas, enlazó esta decisión con el proceso de constitución de la nueva Comisión de la Energía, prevista en la Ley de Hidrocarburos y que debería estar ya constituida.Esta nueva Comisión englobará las actuales funciones de la CNSE, que desaparecerá, y su composición está siendo negociada a varias bandas (PP, PSOE e Industria) desde el verano.

Dos presidentes

Según explicó la CNSE, Fernández Ordóñez expuso a los vocales que, si no hubiera tomado la decisión de dimitir, se habría dado la circunstancia de que durante un año (su mandato finaliza el 9 de abril del 2000) habrían coexistido dos presidentes: el de la CNSE (nombrado en 1995 por el PSOE) y el futuro de la Comisión de la Energía (que nombrará el Gobierno). En opinión del todavía presidente de la CNSE, esa situación "sería absolutamente disfuncional y afectaría negativamente al afianzamiento del ente regulador independiente". Más rotundo, en declaraciones a este periódico, Fernández Ordóñez calificó la posibilidad de una doble presidencia en las comisiones de "disparate" que hay que evitar. Añadió que "nadie me ha pedido que me vaya".

No obstante, fuentes conocedoras del proceso de constitución de la nueva Comisión de la Energía destacan como hecho importante para explicar la renuncia el cambio de clima que se produjo en Industria con el relevo del anterior secretario de Estado de la Energía, Nemesio Fernández-Cuesta, por el actual secretario de Estado, José Manuel Serra Peris, en septiembre de 1998.

El propio Fernández Ordóñez no ha disimulado en estos últimos meses su falta de sintonía con Industria tras la marcha de Fernández-Cuesta. Según dichas fuentes, los nombramientos de la futura Comisión de la Energía habían sido cerrados en julio de 1998, con la siguiente relación de fuerzas: cuatro miembros, incluido el presidente, del PP, tres del PSOE, uno del PNV y uno de CiU. En el acuerdo se contemplaba el paso a la nueva Comisión de los tres vocales nombrados por el PSOE en la CNSE, incluido el propio Fernández Ordóñez.

Pero tras la llegada de Serra Peris, coincidiendo con el inicio de la gran pelea CNSE-Industria en torno a los 1,3 billones de ayudas a las eléctricas (el ministro Piqué acusó a Fernández Ordóñez de hacer el juego al PSOE con su oposición a dichas ayudas), el pacto saltó por los aires.

El ex ministro y portavoz de Economía del PSOE en el Congreso Juan Manuel Eguiagaray recordó ayer que la CNSE y su presidente "han estado sometidos a presiones inaceptables e incompatibles con el carácter independiente de este órgano regulador", entre las que incluyó "represalias presupuestarias miserables". Las organizaciones de consumidores destacaron la labor de Fernández Ordóñez. La UCE solicitó que presida la futura Comisión de la Energía.