Depana se opone a la construcción de la depuradora del Llobregat

La organización ecologista Depana se opone a la depuradora del Baix Llobregat porque, pese a la elevada inversión que requerirá su construcción -unos 40.000 millones de pesetas-, no conseguirá depurar y reutilizar el agua. "No permitirá que el río [Llobregat] mantenga sus características como tal y de vertebración y estabilización del delta" ni solventará que el tramo final del río continúe contaminado, señala la entidad conservacionista. Los ecologistas proponen como alternativa que cada municipio tenga su propia depuradora y que las industrias depuren sus aguas in situ. Depana asegura que la depuradora, que ocupará 42 hectáreas junto al Llobregat una vez desviado, hará que el río baje seco porque buena parte de la población de Barcelona bebe agua de la planta de Sant Joan Despí, situada aguas arriba. "Es a partir de este punto donde el río se rellena y baja con niveles de contaminación altos", señala un comunicado de Depana. La entidad conservacionista critica también que la depuradora se alimente tanto de aguas residuales urbanas como industriales, lo que hará más difícil su depuración. Según Depana, "no se conseguirá en ningún momento poder reutilizar agua en la desembocadura y no garantiza que no se viertan al mar los fangos.".