Vizcaya se atribuye la "gestión fiscal más eficaz" de Euskadi tras crecer un 14% su recaudación

A Vizcaya las cuentas de recaudación de impuestos le salieron el pasado año bastante mejor que en 1997, cuando hubo un "agujero" de 8.500 millones respecto a las previsiones. En 1998 la recaudación total, incluidos los ajustes con la Hacienda central del IVA y los impuestos especiales, ascendió a casi 574.000 millones, un 13,8% más que en 1997. El diputado de Hacienda Fernando Olmos destacó que los ingresos del fisco crecen en los últimos cuatro años un punto más que en Guipúzcoa y Álava, lo que demuestra "que la presión fiscal es mayor y la gestión, más eficaz".

A tres días de la celebración del Consejo Vasco de Finanzas, el órgano formado por el Gobierno autónomo y las tres diputaciones que aprobará las liquidación tributariade 1998, las autoridades vizcaínas se afanaron ayer de acudir con los deberes hechos. Una situación bien diferente a la de justo hace un año, cuando la Diputación presidida por Josu Bergara se presentó con un "agujero" en su recaudación de 1997 de más de 8.500 millones de pesetas. Esa falta de cumplimiento de las previsiones ha contribuido ahora a aumentar el alza recaudatoria de 1988, un 13,8% en el total de impuestos y un 14,7% si se toman sólo los tributos de gestión propia: 505.000 millones del monto global de casi 574.000. Quizás para acallar las dudas que se plantearon el año pasado sobre la eficacia recaudatoria vizcaína, el titular foral de Hacienda, Fernando Olmos, enfatizó los resultados de los tributos concertados de gestión propia, en lo que ha supuesto el aumento más alto desde 1991. "En el conjunto de los cuatro últimos años han tenido un crecimiento medio anual del 9,5%, unos 3,1 puntos porcentuales por encima del crecimiento medio nominal del PIB, que ascendió al 6,4%". Esta cifra, prosiguió Olmos, es "notablemente superior a los 2,2 puntos porcentuales que ha tenido el País Vasco". O sea, casi un punto más, lo que mereció la interpretación del diputado vizcaíno de Hacienda: "Eso significa que la presión fiscal es mayor y que la gestión es más eficaz en comparación con la media del País Vasco y del Estado", dijo. El alza en los ingresos de los impuestos ha sorprendido a los responsables vizcaínos, puesto que en octubre pasado, en la reunión del Consejo Vasco de Finanzas donde se abordaron las previsiones recaudatorias, el monto global superaba el billón de pesetas, de los que 554.000 millones (20.000 menos que la cifra lograda) correspondían a Vizcaya. "Excelente año" "Ha sido un excelente año, tanto en el PIB como en la actividad industrial y el empleo", afirmó Olmos, antes de desgranar los resultados de los tributos. Más de 276.000 millones procedieron de los impuestos directos (IRPF, sociedades, sucesiones, patrimonio), otros 220.000 millones corresponden a los impuestos indirectos (transmisiones, IVA de gestión propia, electricidad, primas de seguros, bebidas alcohólicas, tabaco, hidrocarburos) y 8.800 a otras tasas, como la de juego o los intereses de demora. Todos estos datos positivos tienen su explicación en la bonanza económica. "Vizcaya y el País Vasco viven el momento económico más positivo del último decenio", dijo el diputado general Josu Bergara. El crecimiento de la economía vizcaína fue del 4,2% el pasado año, un punto menos que en el conjunto de Euskadi. Se crearon 2.364 sociedades (un 12,3% más que en 1997) con un capital suscrito de 67.700 millones, lo que supuso un aumento del 209%. Uno de los datos llamativos ha sido la afiliación a la Seguridad Social, que con 380.500 personas ha alcanzado el nivel más alto de los diez últimos años. La recaudación de los tres territorios se liquidará el jueves en el Consejo Vasco de Finanzas, que, presidido por la vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia, tratará también las previsiones de ingreso fiscal para 1999.