La Generalitat no recurrirá contra la suspensión judicial de las sanciones del decreto del doblaje
VIENE DE LA PÁGINA 1 El conflicto sobre el doblaje del cine al catalán siguió centrando y alimentando ayer el debate político en Cataluña. El líder de IC, Rafael Ribó, se mostró partidario de mantener las sanciones contra la industria cinematográfica en el caso de que no cumpla la legislación sobre el doblaje, aunque precisó que debe suprimirse el actual decreto, informa Josep Garriga desde Tarragona. "La realidad ha terminado por fulminar y suprimir de hecho el decreto", dijo Ribó, quien a renglón seguido criticó la negativa de Pasqual Maragall a contribuir a la resolución del conflicto. Ribó apostó por negociar y consensuar un nuevo decreto entre las cuatro formaciones políticas que apoyaron la ley del catalán (CiU, PSC, IC y PI) y por aplicar respecto al cine en catalán las mismas medidas que impone el Gobierno central para el cine español o doblado al castellano. El PP, que votó en su día contra la ley del catalán, preguntará a Pujol en el Parlament cuáles son sus previsiones para derogar el decreto sobre doblaje después de la sentencia del Tribunal Superior. El senador conservador Aleix Vidal-Quadras aseguró que el PSC "es tan culpable" como CiU en este conflicto. ERC, por su parte, anunció que apoyará la modificación de la ley del catalán para que incluya sanciones siempre y cuando CiU "reconozca que cometió un error político y no técnico" al pactar con el PSC la supresión de la capacidad sancionadora de la ley. Los independentistas del PI también se declararon dispuestos a apoyar la reforma de la ley. Recurso descartado La Generalitat no recurrirá la decisión del Tribunal Superior de Justicia de suspender las sanciones que establece el decreto de catalanización del cine. El tribunal desactivó la pasada semana la capacidad sancionadora de la norma al considerar que la Ley de Política Lingüística de la que deriva el decreto no prevé sanciones y, por lo tanto, éste no las puede contemplar. Fuentes del Departamento de Cultura aseguraron ayer que "si del consejero depende, el auto no será recurrido". Otras fuentes del Gobierno de Convergència i Unió (CiU) y del partido de Jordi Pujol confirmaron que los servicios jurídicos de la Generalitat no presentarán el recurso de súplica que la resolución del TSJC admite antes de cinco días desde la fecha de la notificación de la decisión judicial a todas las partes. Dicho plazo finaliza el próximo jueves. El recurso no es considerado necesario por el Departamento de Cultura, porque, según insiste Pujals estos días, el auto del TSJC cuestiona sólo "aspectos técnicos" de carácter menor. En opinión del consejero, el recurso no añadiría nada nuevo al proceso, porque el fallo judicial "es coherente", al determinar que el decreto no puede incluir multas que la ley que le sirve de marco no menciona. Para Pujals, la solución pasa por resolver esos aspectos. Y la fórmula que propone es una ley lingüística de artículo único que contenga la facultad de sancionar. Esta postura contrasta con la de otros dirigentes nacionalistas, el propio Jordi Pujol al frente, que defienden la negociación con la industria de Hollywood como la principal vía para conseguir la normalización lingüística en el cine.En medios jurídicos ha causado extrañeza el hecho de que los letrados de la Generalitat no hubieran previsto algo que ahora se ve tan lógico como la suspensión de las sanciones porque no las prevé la ley del catalán. Aún más teniendo en cuenta que el director general de Política Lingüística, Lluís Jou, es jurista. En concreto, notario de profesión. Según distintas fuentes, uno de los informes de los servicios jurídicos de la Generalitat emitido sobre el decreto era desfavorable al mismo precisamente por incluir multas. En cambio, otros informes avalaron el contenido de la norma, lo que dio amparo al Gobierno de CiU para impulsarla. En medio del hervidero de declaraciones políticas que supuso la jornada de ayer, el consejero de Cultura se entrevistó con el cónsul de Estados Unidos en Barcelona, Steven Groh.
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