Maragall afirma que el pacto fiscal de CiU será un fracaso como el acuerdo con el PP de 1996
El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, criticó desde las comarcas de Lleida la nueva propuesta de financiación autonómica planteada por el Gobierno de Jordi Pujol, sobre la que dijo que será una repetición del pacto del Majestic, suscrito en 1996 con el Gobierno del PP. "Lo primero que han de hacer es reconocer que se equivocaron cuando negociaron el actual acuerdo fiscal. Llevan 20 años gobernando y si no han sido capaces de conseguir un mejor sistema de financiación, dudo que lo consigan. Deben empezar por reconocer que el pacto del Majestic, que presentaron como algo maravilloso y fantástico, no ha dado resultado".
Maragall dijo que todo habría sido distinto si le hubieran hecho caso a Narcís Serra cuando aconsejó a los dirigentes de CiU que no se acogieran al tramo del impuesto sobre la renta y sí al cesto de los impuestos especiales y el IVA. No le hicieron caso y se equivocaron. "Por tanto, antes de pedir nuestra colaboración deben reconocer que se equivocaron y pedir perdón. Pero en vez de hacer eso, lo que quieren es liar a la gente diciendo que han hecho lo que han podido y presentando una nueva propuesta de pacto fiscal que no tiene ningún futuro", destacó el candidato socialista. A juicio de Maragall, desde CiU quieren imitar a Euskadi, que tiene desde hace siglos un concierto económico afianzado por tradición. "Que digan cuáles son los objetivos que quieren conseguir fiscalmente y, una vez estemos de acuerdo a ambos lados del Ebro, lo empezaremos a discutir. Porque antes de pedir 250.000 millones de pesetas lo que tienen que hacer es demostrar que saben administrar el dinero que llega a la Generalitat", subrayó Maragall, quien recordó que en los últimos años se han perdido 150.000 millones por mala gestión. De la mano de la plataforma Fem via, grupo que apoya la candidatura del dirigente socialista a la presidencia de la Generalitat, Maragall visitó ayer Arbeca (Garrigues) y Térmens (Noguera), donde escuchó las numerosas reivindicaciones y aspiraciones de futuro que le plantearon representantes de diversos sectores agrarios, relacionados básicamente con los regadíos, la agricultura, la ganadería, las cooperativas y las comunicaciones. Maragall, que fijó sus prioridades como candidato en el campo y en la enseñanza, se erigió en receptor de las principales expectativas de las zonas rurales del interior de Cataluña y prometió ser su embajador en Barcelona. La gente, explicó Maragall, sabe perfectamente lo que quiere. "El programa lo tiene medio hecho y yo lo que tengo que hacer es recogerlo, llevarlo a Barcelona, hacer de embajador al revés en este caso, demostrar que los números cuadran, que los proyectos se pueden realizar y que se puede conseguir el objetivo federalista de que el Estado gaste menos de la mitad y que los territorios gasten más de la mitad, que el dinero esté cerca de la gente y que haya una buena distribución entre la Administración autonómica y la local, de manera que no haya el desequilibrio actual", destacó Maragall, quien cree que esta situación debe cimentarse sobre la base de buen diálogo con Europa y con España. Respecto a la posibilidad de repetir en Cataluña la asamblea de municipios vascos, Maragall resucitó la idea de convocar el segundo congreso municipalista de Cataluña: "Aquí lo primero que se ha de hacer, y lo venimos pidiendo desde hace seis años, es el segundo congreso municipalista de Catalunya. El primero fue en 1933, durante la República, en el que se redactó la ley municipal catalana de 1934, y ahora se tendría que hacer el segundo congreso para ver si las leyes de ordenación territorial se tienen que revisar, cómo se ha de retornar poder a los municipios y qué se debe hacer con las comarcas que tenemos, que ahora no sirven para nada".
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