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PSOE y NI niegan que la candidatura de Almeida esté en peligro

Jan Martínez Ahrens

Calma y buenos oficios. Éste es el mensaje que ayer enviaron los líderes del PSOE y del Partido Democrático de Nueva Izquierda (PDNI) tras la borrasca desatada el pasado viernes durante la reunión mantenida para confeccionar las candidaturas a los ayuntamientos madrileños. Una negociación en la que el acuerdo federal entre ambas organizaciones no bastó para desactivar el encrespamiento de los negociadores en su lucha por el detalle municipal, hasta el punto de que el representante del PDNI Pedro Díez, a la salida de la turbulenta sesión, declaró "inviable" el pacto. Para disipar dudas sobre el alcance de estas tensiones, tanto el secretario general de la Federación Socialista Madrileña, Jaime Lissavetzky, como el secretario general del Partido Democrático de Nueva Izquierda (PDNI), Diego López Garrido, recalcaron ayer que ni la candidatura de Cristina Almeida a la Comunidad ni la lista por el Ayuntamiento de la capital están en cuestión. En esta línea, ambos líderes redujeron el núcleo de la tensión a la confección de las listas en los municipios, en concreto al proyecto socialista de que el PDNI no presente su propia lista en aquellos municipios donde no se alcance un acuerdo.

Falta de respeto

"Puede haber mayor o menor discusión, pero el acuerdo federal alcanzado el año pasado se mantiene, y tanto la candidatura de Cristina Almeida como la lista del Ayuntamiento de Madrid son irreversibles", afirmó López Garrido, quien aportó como aval a sus palabras las listas selladas con el PSOE en el País Valenciano, Canarias, Castilla-La Mancha y Navarra. Lissavetzky, por su parte, reconoció que tampoco veía en peligro la candidatura de Cristina Almeida. "La Federación Socialista Madrileña ha cumplido estrictamente con el acuerdo regional firmado con el PDNI. Aunque puede haber discusiones en su extensión a los municipios, no debemos perdernos el respeto: hay que saber compaginar los intereses de la izquierda y de la propia fuerza política", afirmó el secretario general de la FSM.

Pese a mantener esta línea de apaciguamiento, Lissavetzky no dudó en criticar las invectivas lanzadas por Pedro Díez contra el alcalde de Getafe, el socialista Pedro Castro, quien gobierna en coalición con Izquierda Unida y es un firme detractor del pacto con Nueva Izquierda. "No ayudan al debate, sino que suponen una falta de respeto a un compañero socialista", remató Lissavetzky.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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