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EL PROCESO DE PAZ

666 ediles crean la Asamblea de Municipios para defender la "nación de Euskal Herria"

Sólo la cuarta parte de los alcaldes vascos apoya la iniciativa de los nacionalistas

La Asamblea de Municipios, una de las apuestas de los nacionalistas vascos tras el Pacto de Lizarra, nació ayer en Pamplona como "institución nacional", pero consciente de sus límites. El texto aprobado reconoce que la nueva "institución" no nace "para convertirse en otra" y asume que reivindicará la "nación de Euskal Herria" respetando "la personalidad de los territorios vascos". Al cónclave asistieron 666 concejales, exclusivamente nacionalistas, de los casi 2.000 convocados. Los alcaldes sumaban 180, sobre un total de 680 municipios entre Euskadi, Navarra y el País Vasco francés.

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Los reunidos en el cine Carlos III de Pamplona aprobaron la declaración constituyente, consensuada previamente por los partidos convocantes -PNV, HB, EA, Batzarre (coalición de izquierdas en Navarra) y AB (Abertzale Batasuna del País Vasco francés)-. Durante las intervenciones en defensa del proyecto, los asistentes reivindicaron la legitimidad de la iniciativa, que consideran "democrática". El texto insiste en esa condición y critica la "campaña de manipulación" previa.También fueron expresas las condenas a la violencia como instrumento político, especialmente desde las filas del PNV y EA. El alcalde de Hondarribia, el peneuvista Borja Jauregi, especificó que "la violencia detrae, pervierte e impide el debate político". Y el regidor de Urretxu (Guipúzcoa), Peio Gonzalez, que representaba a EA, afirmó que se persigue una sociedad más integrada, muy diferente a aquella en la que "se resuelven los problemas mediante la fuerza".

La declaración se fija como objetivo la "afirmación de la existencia de Euskal Herria como nación" y proyectarla en el ámbito internacional "como nación propia y diferenciada", actuando como tal "en la futura configuración europea y en sus instituciones". La asamblea servirá para "coadyuvar a su estructuración política (de Euskal Herria) dando testimonio de su territorialidad al englobar en un marco común a los electos municipales de los territorios vascos". La nueva "institución", según la declaración, nace con "vocación de permanencia para unir voluntades y no para convertirse en ninguna otra", en referencia a las críticas de que su propósito es sustituir las actuales instituciones. Sin embargo precisa que tratará de "impulsar todos aquellos ámbitos de trabajo y colaboración que nos definen como comunidad política, cultural, sociológica y económica, tales como la lengua, la cultura, el deporte, el medio ambiente, la ordenación del territorio..."

Su labor inicial consistirá en trazar un "diagnóstico básico de Euskal Herria" para después "atender de manera conjunta y homogénea a los problemas y retos comunes de la construcción nacional". Esta labor recae en la mesa permanente ayer elegida. Presidida por el alcalde de Basauri, el peneuvista Roberto Otxandio, estará formada por cinco miembros del PNV, dos de HB , uno de EA, uno de Batzarre y otro de AB.

"Estamos realizado una proclamación política de un alcance y una envergadura tal que no somos conscientes de lo que va a suponer", declaraba ayer el alcalde de Hondarribia, Borja Jauregi (PNV), quien añadió que esta iniciativa equivalía a "pasar página para iniciar un nuevo camino".

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Al acto de ayer asistieron 666 concejales de 302 ayuntamientos, de ellos 180 alcaldes: 254 procedentes de Vizcaya (76), 206 guipuzcoanos (55), 121 de Navarra (27), 63 de Álava (16), y 22 del País Vasco francés (seis alcaldes).

La escenografía se redujo a un gran panel azul claro con el escudo conjunto de los territorios vascos, de Navarra y del País Vasco francés presidido por el lema Euskal Herria, y una gran ikurriña. En el interior del local no se corearon eslóganes y los concejales escucharon en pie y en silencio dos piezas musicales: Alkate Soinua al comienzo y el Agur Jaunak como despedida.

Los partidos políticos no nacionalistas de Euskadi y Navarra recibieron con muy duras críticas a la asamblea. Para la dirigente socialista Rosa Díez se trata de una "suplantación de voluntades y una utilización plenamente antidemocrática del voto popular". Su compañero de filas Odón Elorza, alcalde de San Sebastián, añadió que la asamblea "sirve para separar en vez de unir", idea respaldada también por el secretario general del PP, Javier Arenas, quien comentó: "Además constituye una auténtica provocación para los navarros". Carmelo Barrio, secretario general de los populares vascos, habló de "farsa y teatro nacionalista", mientras el coordinador general de IU-EB, Javier Madrazo, firmante del pacto de Lizarra, abundaba también en que se trata de "un símbolo nacionalista que crea división".

Por su parte, el presidente de Navarra, Miguel Sanz, (UPN-PP), no se mostró preocupado porque la asamblea "no tendrá virtualidad alguna, ni política ni jurídica". El portavoz del Foro Ermua, Vidal de Nicolás, fue más allá en la descalificación de la iniciativa nacionalista: "Resulta verdaderamente desestabilizadora para la democracia", dijo.

En el contexto de la reunión nacionalista, la Guardia Civil detuvo ayer al ultra Ricardo Sáez de Ynestrillas y a varios dirigentes de su Alianza para la Unidad Nacional cuando trataban de acercarse al cine de Pamplona donde se celebraba la asamblea.Posteriormente fueron puestos en libertad a la espera de comparecer ante el juez. En el exterior del cine se produjeron también algunos enfrentamientos verbales entre pequeños grupos de ciudadanos.

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