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Tribuna:LAS CLAVES DE LA SEMANA
Tribuna
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Los déficit pueden esperar J. J. PÉREZ BENLLOCH

Existía una cierta expectación acerca del primer encuentro entre el nuevo consejero de Cultura y los rectores de las universidades valencianas. Si bien es verdad que las relaciones entre el ejecutivo autonómico y los claustrales han ido evolucionando a lo largo de la legislatura desde la crispación a la coexistencia, todavía queda camino por recorrer hasta que se disipen las reticencias mutuas, en el supuesto de que ello sea posible. Sin embargo, el advenimiento imprevisto de Manuel Tarancón al citado departamento autorizaba y autoriza todavía a pensar en la liquidación de los viejos conflictos. En esta misma columna, y en sintonía con otras muchas opiniones, hemos saludado positivamente el relevo producido en la mentada consejería por entender que el cambio y la personalidad del nuevo titular contribuirían a desbloquear los problemas del sector docente y, específicamente, de la comunidad universitaria. La retórica evanescente de Francisco Camps, el anterior consejero, ya se había agotado y quien más quien menos se cachondeaba de su locuacidad. Un golpe de pragmatismo y de eficacia venía como anillo al dedo. Y llegó Tarancón. Y se reunió con los cinco rectores de las universidades valencianas. Y les dijo que el asunto crucial de la financiación no estaba claro. Que todo lo concertado con sus tres predecesores en el cargo, desde Fernando Villalonga, era poco menos que papel mojado y que lo procedente era diseñar un marco general que propiciase tomar decisiones a medio y largo plazo y bla, bla, bla. Excuso decir, pero lo imagino, la cara que se les quedaría a los muy magníficos rectores, que tan felices se las prometían con el nuevo mandatario. Ellos, que iban a por la lana y salieron trasquilados, o abrumados al menos por la necesidad de financiar el déficit creciente de las respectivas universidades, salvada la de Elx, que es nueva de trinqui y la niña bonita de los populares. A juicio de un claustral con varios quinquenios que hemos consultado, esto del marco general no es más que una larga cambiada ensayada por Tarancón para tomarse un tiempo y estudiarse el problema, que le ha sorprendido en paños menores, al decir del aludido docente. Ese dichoso marco está en el Libro Blanco que se ha venido negociando a lo largo de año y medio, y los problemas son apremiantes, inaplazables y habrían de estar solucionados si el plan de financiación se hubiese revisado en su día, tres años atrás. Pero el consejero se llama a andana por la demora y no quiere que le achuchen, aprovechando la ocasión para acentuar sibilinamente la actitud mendicante y la condición subalterna de los muy magníficos rectores. Bien empezamos. En su descargo debemos anotar que el consejero queda a la espera de un plan de financiación que, según sabemos, ha de enviarle el capo di capi de la Politécnica, Justo Nieto. Estaremos al pairo del trámite para evaluar tanto la diligencia del ilustre profesor como del no menos ilustrado político que tiene en su mano la oportunidad de sellar la paz con la comunidad universitaria y aliviar sus aflicciones económicas. Y dos notas finales que registran lo que a nuestro entender son dos patinazos del consejero: uno, el relevo del eficiente y veterano secretario general del departamento en beneficio de su jefe de gabinete. ¿Era necesario? Y dos: considerar que es una decisión bien tomada quitarle el nombre de Enric Valor al instituto de Castalla. Pues no, consejero, nada de eso. Ha sido una injuria a la inteligencia y a la democracia. » Incultura medioambiental La semana ha tenido una impronta ecológica. De una parte, se ha reunido en Valencia el Comité para los Humedales del Mediterráneo, con asistencia de la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino. Grandes palabras y plausibles propósitos de conservar los marjales y marismas que nos quedan, y que no son muchos, si hemos de creer -y creo- a Acció Ecologista Agró. El País Valenciano ha perdido el 70% nada menos de esos espacios y los pronósticos no autorizan mucho optimismo. Basta evocar algunos de estos parajes y el peligro o agresión que padecen para valorar la insensibilidad o mandanga en que se columpian las autoridades responsables. Pego-Oliva, y Xeresa, y la Albufera -con la nueva asechanza de colmatación que significa el encauzamiento de algunos barrancos que afluyen al lago-, y las salinas de Santa Pola, y... Y ni se sabe cuántos otros parajes están en liquidación porque la consejería correspondiente no tiene a bien alumbrar el Catálogo de Zonas Húmedas. ¿A quién demonios se está protegiendo? Esperemos que la Unión Europea no nos tulla a multas por tanto agravio medioambiental. En contrapunto a este orfeón de sentimientos ecologistas, el alcalde de Santa Pola, con más cara que espalda y con más que dudosa licencia de obras, se ha puesto a construir en la isla de Tabarca, arrojando los escombros al mar, que es zona protegida. Ejemplar. » Glòria Marcos, víctima de la lucha por las listas La portavoz de EU en las Cortes, Glòria Marcos, no será candidata en las próximas elecciones. Soslayo juzgar las causas de la renuncia, que en todo caso se inscribe en la proverbial capacidad de la izquierda para la autoconsunción. Ella asegura que seguirá batiéndose el cobre en la política, pero ya no será lo mismo, aparte de lo malparadas que deja las citadas siglas. Vuelva o no, es el momento de anotar la dedicación, seriedad y coherencia con que ha ejercido la oposición. Su partida es una noticia tan lamentable para los demócratas de izquierda como amable para la carcundia que ha sufrido el látigo de su impetuoso discurso.

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